viernes, octubre 07, 2005

Rigor económico, progreso político

Pese a las turbulencias con que la política se nos muestra a los ciudadanos, sobretodo cuando sobre la mesa se debaten cuestiones principales como el Estatut de Catalunya o se explora un camino para una salida válida a la violencia de ETA, conviene no perder la referencia del marco de estabilidad con que la sociedad y el país avanzan.

Máxime cuando los gestores de la política, sea por la pretendida labor de zapa contra quien gobierne, sea para laminar la tarea del adversario opositor, se enfrascan en jugadas y jugarretas con el objeto de que "descarrilen" los temas capitales.

El principal valedor que permite la estabilidad del país y su progreso social y económico es la situación económica. En estos momentos de convulsión a causa de la explosión migratoria en la frontera europea del estrecho de Gibraltar, de la propuesta catalana de un nuevo marco estatutario, de la intención del propio presidente del Gobierno para redefinir la secular España como estado plural que integra todas las realidades (tengan el nombre de nación, nacionalidad o región), o del propio final de ETA, quien sostiene el funcionamiento del Estado es el señor Solbes.

Es precisamente esa política de rigor presupuestario, pese a incluir mayores dotaciones de gasto social, la que permite al presidente Zapatero abordar con ambición y viento favorable reformas de Estado o plantear cuestiones políticas de hondo calado.

La consolidación de España en el marco europeo, distante de una alianza táctica con Estados Unidos, y la excelente relación con Alemania no son hechos ajenos a esa solidez que le permite al país reforzarse con sus aliados estratégicos. España ha crecido desde su ingreso en la UE en no poca medida gracias a las ayudas recibidas de la Comunidad, en buena parte financiadas por Alemania. Es el aliado natural.

Esa estabilidad económica transmite seguridad al empresariado, el motor de la actividad de una sociedad civil. En un contexto de crisis, paro o crecimiento negativo, un presidente que retocara la organización política del Estado para mejorarla sería un temerario. Pero no es el caso. Abordar cambios cuando las cosas ya van mal no refleja otra cosa que la imprevisión de no haberlos realizado antes de que surgieran los problemas.

Si el Estado da pasos adelante para volver a estar a la altura de la sociedad civil, resuelve un contencioso tan difícil como el terrorismo de ETA, o es capaz de integrar en sus sistemas de producción el flujo migratorio subsahariano y del Este europeo que entran al asalto en las economías occidentales, no es extraño que las oposiciones traten de erosionar hasta extremos impensables la labor de cualquier gobierno. Sería su particular escenario negativo.

Claro que el crecimiento es una resultante compuesta, entre otros factores, de las crisis sectoriales o problemas muy concretos. Por ejemplo, la vivienda, las nuevas tecnologías o el impacto chino.

Sé de muchos industriales que han visto quebrar sus negocios a causa del gigante asiático, el textil por ejemplo, pero sé también de otros tantos que al ver truncada su actividad emprendedora han optado por ir a China a desarrollar su capacidad de negocio. El impacto de la globalización no sólo debe medirse por el número de empleos perdidos, sino por las oportunidades de negocio abiertas.

Lo cierto es que en materia vasca, hay un acuerdo sobre el cupo que llevaba años bloqueado por el desencuentro institucional; una organización como Batasuna, declarada ilegal, que debate en congreso y asamblea su futuro político (se ha dado de plazo hasta enero) con la vista puesta en un escenario sin ETA. No sabemos qué puede llegar a pasar, pero estos hechos transmiten la vibración de que se avanza.

En materia de organización del Estado, no parece mala cosa lograr una definición de estado nacional que supere y mejore esa "transicional" definición pactada tras la caída de la dictadura de diferenciar el país entre nacionalidades históricas y regiones sin historia.

Son embites de calado sólo abordables -sobre todo si no hay consenso entre los dos grandes partidos- sobre la base de que la economía funciona y la sociedad avanza. Cuando menos no hay tanto paro, ni tanta corrupción o despilfarro, aunque como las brujas, "haberlos haylos".

En cualquier caso, Alemania nos da otra pista: cuando el país lo pide, los dos grandes partidos son capaces de ponerse de acuerdo para gobernarlo en una gran coalición. Seguro que lo poco que les une resulta lo más importante para la sociedad, y lo mucho que les distancia, lo menos apreciado por sus ciudadanos.

Si al rigor económico pudiéramos añadirle el rigor en política, tocaríamos el cielo.

jueves, septiembre 29, 2005

Efecto huída, efecto imparable

La crisis de la valla que separa Ceuta y Melilla de Marruecos no es consecuencia de una buena, mala o regular política migratoria, ni tan sólo una cuestión de orden público o de legalidad vigente en materia de entrada a la Unión Europea por la puerta del Sur. No hay un efecto llamada porque España acoja a la inmigración subsahariana, sino un efecto huída que ya resulta imparable, una verdadera invasión, algo más que una avalancha humana.

Es un problema que incumbe directamente a España y a Marruecos, pero que supera sus capacidades y afecta de lleno a toda la Unión Europea y el modelo de economía del bienestar que le ha dado paz y prosperidad desde la segunda guerra mundial. Un reclamo.

Primero fueron las pateras, pero la presión marroquí logró un descenso de este sistema para saltar de África a Europa. Ahora los emigrantes se han organizado y asaltan las vallas. Pero doblando su altura, el Gobierno español no parece distinguirse por estar a la altura del problema.

Los emigrantes viven una situación de extrema desesperación: ven cómo crecen las vallas, son hostigados por Marruecos y repelidos por España -cuando puede- justo con la llegada del mal tiempo. No les queda margen de retorno porque la "llamada europea" que reciben las poblaciones africanas que huyen de sus paises tiene una base principal: no quieren morirse de hambre.

Ni las políticas migratorias aciertan con eficacia ante la realidad migratoria, ni las vallas podrán frenar ese chorro humano. La inmigración es ya imparable.

Es probable que si para redistribuir la riqueza se ha tenido hasta ahora presente a las personas de un territorio, deba ahora pensarse más en la necesidad de abordar la redistribución de riqueza entre territorios y que la Unión Europea y los paises occidentales alimenten (inviertan) en las áreas deprimidas para resolver de base y raíz, en el lugar de origen, el motor de la emigración: la pobreza.

Esas huídas resultan imparables, te desbordan. Así cayó primero el Muro de Berlín y luego, por descompuesto, todo el régimen soviético. Es el signo de la historia caminar hacia adelante, siempre paso a paso, pero en ocasiones lo hace a saltos agigantados.

Zapatero tiene ante sí una prueba del nueve para hacer política en mayúsculas y compaginar la teórica de su propuesta Alianza de las Civilizaciones con la praxis de cómo soportar el chorro de subsaharianos, o de europeos del Este, sin recurrir a la manida fórmula de cuadruplicar la altura de las vallas o alinear regimientos de infantería para frenar y escupir personas, y evitar el problema. Ni la Unión Europea puede encogerse de hombros, o mirar hacia otro lado, para soslayar la crisis y reducir el tema a la "puerta del Estrecho". Deben afrontarlo para intentar resolverlo.

viernes, septiembre 23, 2005

La anomalía Berlusconi

Justo cuando el gobierno italiano supera una nueva crisis, en un contexto de estancamiento económico y cuando la prensa nacional se pregunta por el futuro de Berlusconi, el periodista Roger Jiménez (cinco años corresponsal de 'La Vanguardia' en Roma) acaba de publicar en Barcelona 'Imperio Berlusconi' (Nowtilus), una documentada y demoledora biografía del premier italiano.

Un libro oportuno para entender la enésima crisis que ahora vive el país y que desentraña las virtudes de un personaje marcado por el éxito fulgurante. El rigor y el análisis de Jiménez le permiten dibujar con nitidez la "anomalía Berlusconi". Anomalía política, económica y anomalía, al fin, europea, dijo el periodista Carlos Nadal en la presentación del libro, al ocupar Berlusconi la cúspide de dos imperios, el político y el económico, aderezados por el multimediático.

Anomalía por ser un ciudadano capaz de pasar de la nada a ser el empresario más importante de Italia sobre la base de la irregularidad permanente y merced a su capacidad de "berlusconear" (valga el nada académico vocablo) entre dos mundos: el explícito, visible y oficial con el opaco o "somerso".

Un ciudadano que prospera desde la construcción y la actividad empresarial al deporte (presidió a un tiempo el Milan y el Torino) y los medios de comunicación hasta que salta a la política precisamente por ser un gran conocedor del "lado oscuro" de la política, según Nadal.

Cuando el derrumbamiento de la democracia cristiana italiana, referente de la política nacional desde el término de la segunda guerra mundial, desorienta a los italianos, que perciben la sensación de que la política se hunde, Berlusconi se presenta como el antipolítico y brillante gestor capaz de conducir a los italianos al éxito. Si él se ha hecho rico de la nada, el país quiso creer que si les gobernaba todos serían ricos.

Y Roger detalla cómo logra Berlusconi gobernar Italia, y hacerlo con estabilidad: conduciéndose con trampa, apoyándose en esa anomalía a la italiana, con el favor de la Mafia, con una oposición dividida y acreditándose como virtuoso del blindaje para que no le atrapen los tribunales, sea legislando sea revocando jueces.

Roger Jiménez disecciona el efecto Berlusconi, que nace en Italia y se irradia por doquier -de la mano de los entramados empresariales con sociedades que se crean y disuelven, multiplican o subdividen, y cuyos tentáculos contaminan Europa y España con sus terminales periféricos-, cuando su anómalo imperio comienza a ser cuestionado en Italia.

Si la prensa italiana se pregunta ahora por el futuro de Berlusconi, Roger Jiménez no descarta que se ubique en Rusia o Turquía, lejos del alcance de esa larga mano justiciera que 'Il Cavaliere', la "madre de de las anomalías" del sistema político italiano, ha tratado de anatemizar calificándola de justicia roja.

Pero la séptima potencia económica del mundo sufre un grave déficit (el 4,3% del PIB) y según el FMI tendrá un crecimiento nulo en el 2005. Así que Berlusconi se habrá hecho rico, pero los italianos que creyeron que también les llevaría al éxito despiertan ahora y comprenden que lo que parecía un sueño sólo es una pesadilla.

miércoles, septiembre 21, 2005

Gestionar el agua

Llega el otoño después de un verano seco y de un invierno en el que apenas ha llovido con una España más seca de lo que explican los manuales de geografía. Las cuencas mediterráneas, muy en particular, se están preparando para soportar restricciones de agua a partir de octubre.

Del mismo modo que se sabe que los incendios forestales se apagan en invierno, no en verano cuando todo arde, debemos aprender una nueva lección: gestionar el agua... cuando la meteorología nos acompaña y llueve o nieva. La sequía se combate cuando llueve, no cuando nos visita la "muy pertinaz" señora.

Nos falla la cultura del consumo de agua, que en España supera con creces la media europea. Siendo el agua un bien escaso, no es comprensible el derroche, pero tampoco la falta de gestión por parte de las administraciones.

No es sólo el paso de una sociedad primaria o industrial al sector terciario, con particular desarrollo del turismo, de las grandes urbanizaciones y campos de golf, lo que ha disparado nuestro consumo de agua. Es también el haber convertido terrenos de secano en zonas de regadío; es la falta de infraestructuras adecuadas para el almacenamiento y conducción de aguas (el agua se pierde de un punto a otro como si los canales tuvieran poros).

Son tiempos de escasez y no hay otra alternativa que saber administrarla. Y se necesita una gestión de la energía global, porque no es sólo agua lo que escasea en el planeta, también el petróleo.

Por eso el hombre anda preocupado por un futuro sin agua o sin petróleo. Pero mal podrá encarar los problemas del mañana cuando no acierta a resolver los del presente. Es capaz de preocuparse sobre qué debe hacer para no tener sed en el futuro, pero incapaz de resolver el hambre, la pobreza o los desastres naturales que hoy azotan la humanidad.

Si uno de los mayores déficits de la humanidad es su incapacidad para resolver los problemas del día, ¿cómo será capaz de afrontar los del mañana?

jueves, septiembre 15, 2005

Otro Bush

El arranque del 60.º aniversario de Naciones Unidas ha mostrado al mundo una cara del presidente Bush opuesta a la de los últimos años en los que dirigió unilateralmente al mundo con fulgor y potencia.

Admitió, por ejemplo, que para erradicar el terrorismo también hay que entender las ideas que lo promueven y hasta las condiciones de pobreza en las que se cultiva, algo distante del mensaje único hasta ahora promovido desde la Casa Blanca y sus aliados.

Con todo, no parece que este cambio obedezca a que quien decidió una guerra a pesar de Naciones Unidas vaya a rectificar la posición mantenida hasta ahora de defensa ultranza del unilateralismo frente al multilateralismo que mantuvieron la propia ONU y Francia, Alemania, entre otros.

Lo novedoso aparenta ser que Bush piensa ya más en su legado que en su agenda: es un presidente en retirada, que ha tocado fondo por el desastre natural de un huracanado 'Katrina' revelador de una fuerza imperial esclerótica a fuer de liberal.

Estados Unidos ha mostrado al mundo que no tiene un estado asistencial capaz de reaccionar ante una adversidad de envergadura. Un gran huracán les pudo por la fuerza hasta desvanecer el mito americano, porque un país que mantiene o deja cadáveres por la calle a días de un desastre es un país sin estado.

El liberalismo y la iniciativa de los ciudadanos han solucionado tantos problemas nacionales que el estado se ha adelgazado y sus estructuras burocratizado hasta el punto de debilitarse. Mantiene el tronco, sus gentes, pero ha perdido el nervio, una administración sólo capaz de llevar su largo mano a cualquier parte del mundo aun a riesgo de bancarrota. Ahora deberá gastar en la zona devastada del sur más dólares que en la guerra de Iraq: 200.000 millones de dólares (163.000 millones de euros).

Bush se ha sentido falible y ha tocado fondo. Sus ciudadanos así lo han percibido y se lo hacen saber en las encuestas. Por eso en su discurso ante Naciones Unidos se desprendió de la arrogancia de años anteriores y más parece que esté pensando en su legado. Precisamente porque no piensa en la agenda, el mundo que gobiernan los Estados Unidos no debería esperar grandes cambios ni que vaya a probar con hechos las buenas palabras.

Acaso haya aprendido una lección: la de que lo más fuertes no pueden triunfar solos.

martes, septiembre 06, 2005

Ciudad incívica

Regresar a la capital tras recorrer en vacaciones algunas ciudades del llamado "primer mundo" resulta desolador y no me refiero al síndrome posvacacional, una estupidez moderna para no llamar a las cosas por su nombre, la vuelta al trabajo. En apenas veinticuatro horas uno es flagelado de nuevo por los "valores" de la ciudad que habita: excesiva permisividad, exagerada impunidad, insalubridad por dejadez en la limpieza de calles y rincones...

Los actos incívicos proliferan en una ciudad dominada por vandalismo en los semáforos, venta callejera de alcohol a deshora (sin pagar impuestos y por el morro) con su consabida micción evacuatoria donde plazca para alivio de vejigas. Es la capital del "aquí vale" lo que en mi ciudad no toleran que haga y que deja impunes los comportamientos incívicos.

Es una ciudad insertada en el primer mundo que remeda a una capital tercermundista. Conocida en el mundo por reconocidos valores, se esfuerza en atraer un turismo que la abandona esquilmado por salteadores y trileros con o sin licencia fiscal. Pagan por venir a conocerla y vuelven a pagar cuando les roban. Estoy hablando de Barcelona.

En debate consistorial, la oposición ha atribuido tal suerte de males al gobierno municipal pero los partidos que le dan apoyo han reducido el problema a la mala fe de opositores que sólo pretenden desgastar al alcalde. Éste destacó que la lucha contra el incivismo es algo que corresponde a las instituciones (citó a la familia, la escuela y la empresa).

No parece respuesta apropiada de unos y otros a la dejación de autoridad y desresponsabilización de los ciudadanos. Si a la oposición le sobra autoritarismo, al gobierno municipal le falta autoridad y a los ciudadanos un hervor de civismo.

Libertad y seguridad van unidas. En democracia la libertad individual es sagrada pero termina allí donde empieza la libertad del colectivo. Por ejemplo, el caso de la narcosala en Valle de Hebrón. En un mes ha tratado la "desbordante" cifra de 19 enfermos que no justifica (la cifra, no los enfermos) el diario corte de la ronda de Dalt por los vecinos con perjuicio grave de sus conciudadanos.

No es de recibo que el consistorio tolere que los vecinos se empeñen en bloquear en su barrio el funcionamiento de este centro para drogodependientes. Eso también es incivismo, y son vecinos, no son turistas de baja renta, anarquistas venidos de fuera, okupas de lo ajeno o gente de baja ralea.

Es la ciudad toda la que acaba resultando incívica, por sus gentes, sus visitantes y hasta sus dirigentes cuando pierde su conciencia urbana. Porque uno, cuando camina por una acera limpia... busca una papelera para no ensuciarla; pero cuando en su barrio la apariencia es de que en un mes por la calle no ha pasado la escoba... la ciudad deviene incívica.

lunes, septiembre 05, 2005

Caos humanitario en USA

El principal exponente del primer mundo, Estados Unidos, se encuentra anegado por una catástrofe natural anunciada que ha generado tal caos humanitario en la zona afectada que sorprende la magnitud de la imprevisión en la primera economía mundial.

Gentes abandonadas a su suerte, y a la de las aguas, cuatro días después de la inundación, que se pelean por obtener agua y comida, con proliferación de robos y saqueos, algunos pistola en mano, sin orden ni concierto.

El hecho natural ha tenido proporciones excepcionales pero su impacto había sido anunciado. No falló la previsión meteorológica, sino la capacidad de reacción de las administraciones locales, estatales y federales.

La devastación y la anarquía propias del cuarto mundo se han trasladado a Nueva Orleans, que el tiempo dirá si no desaparece del mapa y sus ruinas quedan como vestigio de un excelente pasado musical. La desesperación de la población por sobrevivir en un estado cuya guardia nacional... se encuentra "sembrando el orden" en Bagdad, pone en cuestión las prioridades en un país "guardián del mundo" que se muestra incapaz de resolver un problema cuando ocurre en casa.

Esta es la gran sorpresa y decepción norteamericana, que reprocha ya a sus dirigentes su inoperancia por hacer frente a tanta devastación mientras repiten machaconamente que "América es grande" y capaz de "arreglar" el mundo, en un país que se distingue por la eficiencia con que las personas resuelven de la manera más sencilla cualquier necesidad doméstica y en donde todo funciona.

Esta vez han fallado las autoridades por no haber previsto la desesperación de las personas, o que les podía desbordar el pillaje, que faltaria la gasolina que lo mueve todo: la evacuación de personas, el agua, la comida..., o, incluso, que podría necesitar ayuda internacional en un mundo desarreglado...

jueves, julio 14, 2005

Eran indetectables

Primer dato: Los ciudadanos británicos identificados como supuestos autores -y sospechosos firmes- del ataque terrorista a Londres eran gente ejemplar, buena, completamente integrada en su medio y quienes les conocen se declaran sorprendidos de su "misión" terrorista y totalmente desconocedores de tal actividad. No dejaban ni sombra de duda entre los cercanos.

Segundo dato: Las autoridades resuelven que para aumentar la seguridad de los ciudadanos y territorios es preciso restringir las libertades democráticas en materia de telecomunicaciones para poder detectar a tiempo las actividades de los fanáticos y violentos que ponen bombas.

La pregunta: ¿Alguien nos puede decir si los fanáticos y violentos que llevaron la tragedia a Londres, o antes a otras ciudades, habrían sido detectados por los servicios de inteligencia con las medidas propuestas siendo que su vida ciudadana (siempre según los testimonios de quienes les conocían) era ejemplar?

El error: la restricción de libertades ciudadanas elementales, además de ser una práctica no democrática y de alto riesgo, no garantiza la seguridad. Asemeja un palo de ciego de los gobernantes que, afectados por el terrorismo, no tienen todavía la respuesta adecuada y se sienten obligados a tomar decisiones aparentes para liberar la presión de sus ciudadanos.

Una conclusión: Este mes de septiembre se cumplirán cuatro años y dos guerras desde que el terrorismo islamista de Al Qaeda llevara la conmoción a todo el mundo destruyendo las Torres Gemelas de Nueva York. Dos guerras puestas en marcha para capturar a Bin Laden y para acabar con el terrorismo, pero no sabemos dónde está Bin Laden y el terrorismo internacional ha aumentado en el mundo cuatro años después.

El ataque de los fundamentalistas islamistas a Occidente, la antes particular y ahora generalizada "guerra santa" contra los "cruzados" occidentales, ha escalado puestos de auténtica convulsión mundial. Hoy hay más terrorismo que hace cuatro años y las dos guerras han retroalimentado el fanatismo de los terroristas y convertido en mártires a los hombres bomba.

Un éxito del islamismo fanático sería, justamente, la reducción de los derechos civiles de los ciudadanos occidentales si estos vieran recortadas sus libertades para..., al fin y al cabo, no haber sabido hacer frente al terrorismo internacional.

He releído una nota sobre Bin Laden publicada en 'La Punta' el 20 de septiembre de 2001, en la que recogía el testimonio de un periodista, Adrian McLiman, que contaba haber entrevistado a Bin Laden en 1983 en la que explicó con claridad sus planes para expulsar a los soviéticos de Afganistán e instaurar el Gobierno talibán en Kabul y declarar la ‘Jihad’ (‘Guerra Santa’) a Estados Unidos, Israel y todo Occidente.

Segunda aproximación: la guerra de los islamistas no es sólo contra el mundo occidental. Hace ya por lo menos doce años que comenzó la guerra de los fanáticos islamistas contra el mundo musulmán "desviado" (Arabia Saudí, el Irak laico de entonces, o el Afganistán soviético, Egipto...) y el mundo "libre" occidental (Estados Unidos, Europa, Israel...) y cada paso que nos hemos dado para hacer frente a esa guerra no ha hecho más que alimentar el terrorismo islamista.

Está claro que, al menos aparentemente, tenemos dos problemas: el primero la agresión que sufrimos de los radicales; el segundo, y no menos importante, el desconocimiento de por qué pasan estas cosas. Nos lo tenemos que hacer mirar. No debería sorprendernos tanto que los "suicidas" no vengan del extranjero a ponernos las bombas, sino que están dentro y forman parte de un proceso de evolución letal.

Ya sabemos pues que somos vulnerables. Por eso, necesitamos toda la seguridad posible, y más. Pero libertad también. Pretender que restringiendo nuestras libertades blindaremos nuestra seguridad es una táctica ofuscada y puede llegar a ser tan ciega como la de los propios fanáticos. Y seguiríamos siendo vulnerables por los indetectables.

miércoles, julio 13, 2005

Inquieto Manel

Resulta particularmente difícil escribir sobre un compañero de trabajo cuando nos deja porque traspasa la vida, pero la presencia viva de Manel Capell, fallecido el pasado domingo, obliga a recordarle por justicia a su dedicación en los inicios de La Vanguardia Digital y respeto a aquellos lectores que siguieron sus columnas de divulgación tecnológica.

Recuerdo de Manel su inquietud, vivacidad y creatividad, sus ansias de progresar, de correr mundo, de no parar. Siempre te sorprendía con alguna novedad, una programación o por su capacidad de resolver técnicamente lo que a ojos de un común no apuntaba salida fácil. Pero por encima de todo, su vocación por explicar y hacer entender a las personas qué era eso de las tecnologías de la información.

Editor de su propio semanario electrónico (TiMagazine) y apóstol de la red, trabajó con nosotros prácticamente en los inicios de Internet como técnico de nuestro sitio web. Ingeniero de telecomunicaciones por la escuela universitaria de Mataró, mantuvo en La Vanguardia Digital un espacio de divulgación tecnológica desde febrero de 1999 a febrero de 2000.

Le gustaba escribir, le fascinaba contar el por qué de las cosas. En esta sección explicó a los lectores por qué un servidor podía denegar el servicio a los usuarios, qué era o iba a ser eso del WAP o una RDSI, para qué queríamos un fax, el HTML dinámico, el webmail, y era capaz de sintetizar las claves para un buen servicio telemático o cómo hacer una copia de seguridad. Eran tiempos en que, en materia de internet, estábamos en los inicios de todo y cada año se inventaban soluciones nuevas. Todos éramos analfabetos virtuales.

Disfrutaba con su trabajo, y se divirtió ayudando a crear poco a poco la programación de la página web y sus aplicaciones, los espacios de chat, los concursos multimedia en los que participaban los lectores o los juegos de la liga digital. Como ha recordado una de sus compañeras de trabajo, Evelyn, "sabía que era viernes porque se ponía a cantar boleros", o en palabras de otro colega, Juli, "porque siempre estaba contento".

Su paso por la "digi" fue breve pero tan intenso que dejó en cuantos le conocimos una huella imperecedera. Porque su inquietud por las personas y las cosas de la vida le convirtió en persona querida. Descanse en paz.

viernes, junio 17, 2005

Palabra de ETA

ETA acaba de comunicar su disposición a involucrarse en un "proceso democrático sin límites y entre todos" porque considera que la solución del denominado "conflicto" en el País Vasco "es posible" aunque no habla de tregua ni de dejar las armas.

Los comunicados de ETA son cosa seria a la que los analistas, sean de los servicios de información, sean políticos o periodísticos, deben dar muchas vueltas en busca de claves de interpretación de escenarios futuros, pero son comunicados que guardan la virtud de decir al mismo tiempo una cosa y la contraria.

Estos comunicados no son más, tampoco menos, que un papel y tienen el valor de la palabra. Pero la verdadera palabra de ETA no está en el papel sino en la bomba, la pistola o la extorsión. Y en este documento, ni palabra de tregua o de dejar las armas.

El Gobierno ha insistido en que la mano tendida para explorar un final dialogado del terrorismo en Euskadi y España pasa por un compromiso firme de abandonar definitivamente las armas, y puesto que ETA nada dice sobre el particular, el primer análisis es claro: No hay tregua, no hay negociación y sigue la amenaza terrorista aunque no explicite "se mantienen abiertos todos los frentes de lucha". La bomba o la pistola en el momento más oportuno... si le deja la Policía. Es la verdadera palabra de ETA.

sábado, junio 11, 2005

Del Che a Chávez

Cocaleros y mineros bolivianos han despertado con casi con cuarenta años de retraso y han protagonizado ahora la revolución que intentara con notable ineficiencia Ernesto Che Chevara en el 67. Por de pronto han logrado desalojar de la jefatura del estado a un intelectual respetado (hombre de ciencia política y de formación cinéfila y periodística), de personalidad independiente y talante negociador, nada comprometido con las petroleras ni los intereses norteamericanos o de cualquier otra elite extranjera.

Carlos Mesa llegó al poder sin el apoyo de ningún partido pero con la intención de conjugar reivindicaciones sociales con exigencias del mundo económico moderno para sacar al país de la miseria, del Cuarto Mundo. La revolución acaba de tirar su empeño por los suelos. Formación moral y sensibilidad humana le han impedido a Mesa traspasar el límite nada sutil de la represión policial para afrontar el desorden revolucionario y el caos instaurado en el país con el bloqueo indígena.

La desestabilización que ha hecho zozobrar al estado en Bolivia amenaza a la región andina. El hallazgo de gas en Tarija y de nuevas bolsas de petróleo ha sido el catalizador de una revuelta, bien tutelada por el venezolano Chávez a través del cocalero Evo Morales, receloso de un resurgir boliviano en el mercado de los hidrocarburos.

Mucha revolución bajo la bandera de que la riqueza de la tierra no debía ser hurtada por potencias extranjeras (Estados Unidos, Brasil, Repsol, etc.) como antaño los españoles se llevaron el oro y la plata andina, pero se ha caido en el error de servir a otros intereses forasteros.

El siglo XXI ya no es el verano de 1967. Hoy la riqueza de un país no se mide sólo por la materia prima, sino por la capacidad y el conocimiento que permiten dotarla del valor que la revalúa en el mercado: racionalidad económica, alta tecnología, comercialización global. Ninguno de esos valores, que intentó aportar Mesa, adorna el movimiento indígena y cocalero.

Podrán hacerse con la propiedad de la "madre tierra", con todo el gas y el crudo, pero ¿quién se lo comprará para venderlo en el mundo?, ¿Venezuela? Si el nuevo poder revolucionario logra la nacionalización del gas y del crudo, no lo duden, Bolivia no saldrá de su miseria y el competidor venezolano no vería amenazada su posición por un emergente productor de gran potencia en la región andina. La materia prima será boliviana, el valor añadido no.

Aquella nacionalización de las minas tras la revolución de los cincuenta llevó al comunismo a "parachutar" en la selva boliviana a los comandos revolucionarios impulsados por Cuba bajo el liderazgo de Ernesto Guevara. Eran los tiempos en los que Estados Unidos exportaba capitalismo al mundo y la Unión Soviética ideología.

Se dijo que Che Guevara fracasó en su intento por no hablar quechua o aymará. Simplemente, los bolivianos no le hicieron caso porque era un extranjero: les ha costado 37 años entender aquella llamada. Como les falta ahora comprender que tan extranjeros son las grandes petroleras mundiales como las redes del narcopoder, aunque éstas estén enfrentadas a Estados Unidos por su decidida presencia en la región productora de coca con objeto de interferir el narcotráfico.

Algo ha cambiado en cuarenta años para que aquella Iglesia comprometida con los pobres que en los sesenta apoyara la revolución comunista haya intentado ahora mediar entre indígenas, cocaleros, campesinos y mineros con el poder institucional que representaba Carlos Mesa.

Es la "revolución tardía": llega tarde y está fuera de su tiempo por tratar de nacionalizar la materia prima cuando hoy lo que se debería "expropiar" es el valor añadido. ¿Qué tiene más valor, un mineral sin pulimentar extraído de la mina o un diamante pulimentado de 34 kilates? Quizá la Iglesia andina del siglo XXI y Carlos Mesa sí entienden ese mensaje. Los revolucionarios, no parece; están en el 67.

miércoles, junio 01, 2005

Sociedad en explosión

El orden de preocupación de las gentes no parece que se rija por los criterios y pautas con los que opera el 'establishment'. Ha generado gran convulsión el 'NO' de Francia a la Constitución europea, porque parece que tal voto se aleja de los derechos y deberes fundamentales que sanciona la carta magna de la ampliada UE.

Pero quizá al depositar la papeleta en la urna, el corazoncito del mortal ha pensado que una Europa a 25 es demasiado para el cuerpo, que la soberanía de cada nación se diluiría, que el ingreso de estados tan poblados como Turquía podría desballestar el poderío ya clásico de la Europa "de siempre". O acaso creyeron ingenuamente que la globalización venía del Este europeo y así la podrían frenar.

Simples supuestos, pero los franceses con su voto debilitan el eje motriz franco-alemán en la UE. Es pues un voto que resulta al final contra el poder establecido y hasta es probable que se haya emitido pensando en otra Europa que no se corresponde con la oficialmente diseñada. Habrá que escuchar.

Tanto como la explosión de cólera vivida en Berga, Catalunya, a causa de la violencia callejera de bandas juveniles radicales que asesinaron a navajazos a un mozo que trataba, en vano, de socorrer a su hermano de la agresión de los violentos. Esa noche eran las fiestas del pueblo y habían salido de caza. Los bandidos eran una treintena.

El cabreo de la población en Berga no cesa desde el fin de semana y ha tenido su expresión contra la actuación de las fuerzas de seguridad, los Mossos d'Esquadra. Algo falla cuando la población, temerosa de quienes les agraden, acaban hostigando a quienes les deben proteger. Es otra suerte de divorcio. La población por un lado, el poder por otro.

Pero no olvidemos que sin ley no puede haber orden y quien imparte justicia son los jueces, no los ciudadanos cabreados. Y la juez, hostigada permanentemente por irritados manifestantes, ha debido "instalarse" en comisaría para poder tomar declaración a detenidos y testigos. Lleva más de dos días porque en el juzgado no había garantía de seguridad.

Los ciudadanos por un lado y el poder por otro. Como en el tema del catalán. La cultura catalana estará representada en la feria de Frankfurt por escritores en lengua catalana, "of course", no por escritores catalanes que, por serlo (escritores), escriben en castellano. ¡Si Manolo Vázquez levantara la cabeza!

Esa sociedad en explosión se manifiesta en varios frentes, además de Francia y Berga; en el campo, en la educación, en la música, en el "top manta"... Ese malestar permanente del que alardean sectores protegidos por la sociedad del bienestar nos conduce a todos a la sociedad del temor. Y no es cosa nada buena vivir con las congojas revoloteando las alturas de los mortales.

viernes, mayo 20, 2005

Sin palabras

El ex conseller en cap de la Generalitat de Catalunya, Carod-Rovira, acompaña al presidente de la Generalitat en su viaje a Israel, pero le ha dado la espantada en la primera ocasión surgida. La ausencia de la senyera en una ofrenda floral en la que sí ondeaba la bandera española provocó la irritación del líder de Esquerra Republicana, que optó por abandonar el séquito.

Sin palabras. El acto en cuestión era una ofrenda que se realizaba en el lugar donde cayó asesinado Yitzhak Rabin, ex primer ministro israelí y premio Nobel de la Paz. El acto, con la delegación catalana, lo organizaba el Ayuntamiento de Tel Aviv.

Sin palabras porque la figura de Rabin, muerto por los suyos (no por los contrarios) por defender la paz entre israelíes y palestinos, firmante de uno de los acuerdos de paz, es más importante que una bandera, de cualquier bandera.

No conozco banderas, en mi tamaña incultura, que no estén manchadas de sangre por algún avatar de la historia del país que representan. La catalana, en particular, está marcada por cuatro barras rojas (cuatro regueros de sangre dejada por su rey en batalla).

Las banderas simbolizan la esencia e identidad de una nación, de una patria. Pero una persona que muere por la paz, asesinada, es más importante que cualquier bandera. Dar esquinazo al séquito por una cuestión de banderías, me deja sin palabras. Una soberbia que espanta.

jueves, mayo 19, 2005

Atutxa, en la diana

Juan Maria Atutxa, que ha sido presidente del parlamento vasco en la anterior legislatura y consejero de Interior vasco largos años, sigue siendo el objetivo a batir, y ocupa el centro de la diana, del entramado radical abertzale.

La labor de Atutxa como consejero de la Ertzaintza no gustó nada a ETA. La persiguió y hostigó hasta donde pudo, hasta el punto de haber sido "condenado" por la banda terrorista. Cuando ETA marca a una persona, tarde o temprano, se cobra la pieza.

Hasta siete veces se ha acreditado que las fuerzas de seguridad frustraron atentados contra Atutxa. Uno de ellos, recuerdo, consistía en "colar" un coche con explosivos en la comitiva nupcial de un hijo del consejero... el día de la boda.

Los ertzainas han pagado, algunos con sus vidas, la guerra de ETA; otros han sido apaleados en el casco viejo de cualquier ciudad por los jóvenes de la "kale borroka".

Ahora, el grupo parlamentario de las "tierras vascas" (ex batasuna) lleva al terreno político el objetivo etarra y lo pone de manifiesto con el descaro de escribir la palabra PNV en las papeletas en las que, parlamentariamente, procede escribir el nombre del candidato al que se da apoyo.

Más claro agua: desde EHAK (Partido Comunista de las Tierras Vascas) se explicita que, entre un presidente del Parlamento socialista o uno nacionalista, se prefiere al del PNV pero nunca a Atutxa, al que "odian a muerte", cabría decir coloquialmente, como a los enemigos del alma de todo vecino.

La posición de socialistas y populares en el bloqueo al parlamento vasco es de otro orden: rechazan la continuidad de un presidente nacionalista a la luz de lo ocurrido en esa cámara en la anterior legislatura, en la que los bloques enfrentados no admitieron misericordia.

Pero su opción se expresa en términos políticos: dan apoyo a un candidato alternativo y, como la aritmética parlamentaria empata a 33 votos ambos bloques, la elección resulta bloqueada.

La opción de EHAK, en cambio, no tiene pase político: no respeta a una persona electa por sufragio universal (un diputado) ni que los partidos puedan proponerla. Por eso no vota en blanco, ni por Atutxa ni por Buen, sino que escribe PNV en una papeleta, que así queda convertida en voto nulo.

Cruel circunstancia la de Atutxa, procesado por no haber disuelto en la cámara vasca al grupo batasuno -disolución ordenada judicialmente en aplicación de la ley de partidos que convirtió en ilegal a Batasuna- precisamente para proteger el derecho de todo grupo parlamentario a serlo por mor del sufragio universal, en definitiva, por haber amparado a quienes ahora le excluyen.

Por eso, ni el PNV ni Atutxa deben ceder a la presión; no lo hicieron con los tribunales, tampoco deben hacerlo con los batasunos. En condiciones normales, un político renunciaría a un cargo al convertirse en obstáculo de un acuerdo, pero en Euskadi las condiciones todavía no son normales.

viernes, mayo 13, 2005

Efecto AZA sobre Rajoy

El debate a cara de perro entre Zapatero y Rajoy, siendo un debate sobre el estado de la nación, era una prueba de fuego del presidente del Gobierno, su primer examen ante el Congreso sobre el año que lleva en el poder y sobre la situación en que se encuentra España a trece meses del cambio en La Moncloa.

En estos dos días se ha valorado el contenido y las formas mantenidas en el debate: los temas de estado, los problemas interregionales, el crecimiento económico, las infraestructuras, las medidas sociales..., tanto como los tonos empleados.

Pero otra conclusión del debate, sorprendente, ha sido la ausencia total del líder de la oposición en el segundo día de la sesión parlamentaria. Al parecer seguía las intervenciones desde su despacho de la Carrera de San Jerónimo, lejos del escaño.

Bastaría tan visible ausencia, puesta sobretodo de manifiesto tras la última intervención de Zapatero cuando le tendió 'in extremis' una mano en aras de recuperar la unidad rota ante el terrorismo, para valorar a Rajoy con un rotundo suspenso, al menos parlamentario.

Una contradición: Zapatero se sometía a examen pero lo suspende el profesor, el examinador. Los primeros sondeos de opinión indican que el número de ciudadanos que valoran a Zapatero dobla a quienes se sienten satisfechos con Rajoy. Incluso algún dato apunta que entre votantes del PP no ha gustado la irritación mostrada por el líder de la oposición.

Al menos, concluyen esas opiniones demoscópicas, Rajoy pasa por ser quien ha retirado el apoyo al Gobierno en la lucha contra ETA, por mucho que dialécticamente éste atribuya al presidente haber roto el pacto antiterrorista en primer lugar, sometido al chantaje de los nacionalistas radicales.

Compareció Rajoy esos días flanqueado (¿blindado?) por Zaplana y Acebes y la sombra de Aznar.

Tras el 14-M, Rajoy hizo un congreso centrado que trazó una línea para el Partido Popular centrista. Aparentaba comenzar una nueva fase. Al tiempo, reapareció en política, y de manera proactiva, José María Aznar. Rajoy parecía haber entrado en fase vigilante. Más adelante, los papeles y reflexiones audiovisuales de la Fundación FAES comenzaron a sobrevolar y hasta volar (de voladura) sobre esa línea centrada.

El mensaje principal que mantiene aun hoy el PP sobre Zapatero, haber llegado ilegítimamente al poder a causa del 11-M y no por el 14-M, sitúa a Rajoy en una celda, prisionero de la tripleta Aznar, Zaplana y Acebes, una suerte de efecto AZA adornada con la FAES en cabeza, un nombre para la fundación que se sigue asemejando demasiado FAlange ESpañola.

Con el discurso mantenido en el debate, acabó su fase vigilante: Rajoy es más prisionero que antes del efecto AZA, ha roto su imagen centrada.

Por esas consideraciones, haberse ausentado del debate (cuando hablaban esos grupos minoritarios "nacionalistas y radicales" según sus palabras), haber pasado de vigilado a prisionero, Rajoy ha suspendido este año de legislatura. Habrá que esperar qué resultado obtiene en Galicia el PP para atisbar el nuevo derrotero para el actual líder de la oposición.

miércoles, mayo 11, 2005

El PP abandona a ZP ante ETA

Rodríguez Zapatero ya sabe que no tiene el apoyo del Partido Popular para acabar con ETA, al menos el apoyo de que dispusieron ex presidentes anteriores cuando exploraron y hasta se reunieron con dirigentes de la banda terrorista. Ha sido el mensaje claro dejado por Mariano Rajoy en el debate sobre el estado de la nación. "Nosotros no hemos perdido el juicio", dijo.

Esa es una mala noticia, mucho más que Rajoy calificara a Zapatero de "traidor a los muertos de ETA". Traidor, grueso calibre para calificar la labor de un presidente del Gobierno dispuesto a intentar y conseguir el fin de la violencia. Desde luego, Zapatero no ha logrado la connivencia popular en ese debate.

Mala noticia porque ahora ETA ya sabe que Zapatero no cuenta con el principal partido de la oposición y, en consecuencia, si prosperaran las exploraciones y declarara una nueva tregua, los terroristas percibirían un presidente del Gobierno con menor fortaleza que si gozara del respaldo firme de todos los partidos democráticos.

Pensar en un futuro sin ETA no es una quimera, pero sí lo es el tránsito para encauzar el proceso de paz y lograr un abandono definitivo de la violencia. Otros presidentes lo intentaron, sin éxito, por la posición recalcitrante de la banda terrorista, pero en aquellos casos no falló la discreción de quien gobernaba ni de quien ejercía la oposición.

Ahora, en cambio, el Gobierno no para de hablar y alimentar un escenario que contempla un marco de salida al terrorismo de ETA mientras la oposición le da la espalda.

Mal asunto mantener la ficción de un pacto antiterrorista sólo apoyado por dos socios, hoy mal avenidos, que ya sólo sirve para el uso partidario en esa lucha para lograr el final de ETA.

Zapatero calificó a Rajoy de agorero, por sus incumplidas profecías, y se felicitó de que sólo se cumple en España lo contrario de lo que vaticina. No es motivo de esperanza ni consuelo para una asignatura pendiente de tal calibre. En ese tema, sin el PP, Zapatero es hoy más débil frente a ETA.

martes, mayo 10, 2005

Zapatero se examina

Rodríguez Zapatero se examina de su primer año al frente del Gobierno en el templo de la política, el Congreso. Llega Zapatero al debate sobre el estado de la nación con cierta aureola de la fortuna que le acompaña, de la suerte que ha tenido en un año difícil, no tanto por ser su estreno sino porque en él ha acometido y liderado profundas reformas en España.

La oposición, como corresponde, debe trasladar también al parlamento cuanto ha venido defendiendo este año en toda suerte de medios y articular con solidez que éste ha sido el año del desgobierno, pero hacerlo esta vez en sede parlamentaria.

Pocos podían prever que un presidente en minoría parlamentaria, que debe aprobar todas sus iniciativas con el concurso de otros grupos parlamentarios, osara acometer serias reformas que afectan a las costumbres de las personas (matrimonios homosexuales), o de hondo calado social (regularización de inmigrantes), o a la organización territorial de España (estatutos autonómicos y modelo de estado).

Más allá de los temas a debatir (terrorismo, financiación, infraestructuras, etc.) caracteriza la política de Zapatero su serenidad para afrontar el peligro y toda suerte de adversidades. Él lo llamó talante, acaso para contraponerlo a aquella áspera manera que el anterior presidente tenía de reñirnos a los españoles.

Pero la "fórmula ZP" debe de ser algo más que talante porque ha sido éste un año marcado por una manera sosegada de gobernar hasta para ponerse el mundo por montera (desde Washington hasta Ciudad del Vaticano). Algo inaudito por peligroso.

Sin duda, la crispación política ha desaparecido del mapa para instalarse sólo en el argumentario de la oposición y la serenidad del presidente sobrepasa, incluso, la del propio país. Pero la lista de temas abiertos son de infarto y el tiempo de gracia se acaba. (Algunos no le dieron ni los cien días de cortesía propios de toda llegada al poder).

Ya es tiempo de que la política emprendida comience a dar sus resultados. Lo ocurrido en el País Vasco (desde el denostado Plan Ibarretxe en el cajón a un escenario final sobre ETA) no debería enmascarar la necesidad de que las políticas sociales, el rigor presupuestario, el orden territorial o la adecuada financiación de las infraestructuras sean algo tangible para la población.

Ni la propaganda oficial del Gobierno ni las peroratas opositoras bastan para hacer creibles o no creíbles ante la ciudadanía las acciones de gobierno.

Terminado su examen ante el Congreso, comienza un año crítico para Rodríguez Zapatero. Todas las carpetas abiertas en estos meses deben comenzarse a cerrar, no vaya a ocurrir que tanta "windows" abierta le deje frito y colgado el sistema operativo del ordenador. Habría que reiniciar todo el sistema.

viernes, mayo 06, 2005

Catalunya aminorada

La sociedad catalana apenas habla de política, no tanto porque sea apolítica, que no lo es, sino porque los políticos ya no están en el centro de ese cogollo. El centro de la sociedad civil hoy son los ciudadanos. Ciudadanos que tienen una identidad clara y definida: unos se sienten sólo catalanes, otros más catalanes que españoles, o al revés, y hasta algunos sólo españoles. Pero la identidad catalana hoy no es un problema en la sociedad civil catalana.

El problema es Catalunya que ha visto, año tras año, cómo perdía el dinamismo que la caracterizó desde medioevo hasta los siglos XIX y XX, cómo ha disminuído su potencialidad, cómo se 'jibarizaba'.

En paralelo, España ha explotado y consolidado un crecimiento y modernización que no conoció hasta la década de los sesenta. Madrid ya no es aquella capital manchega de los años setenta y se ha convertido en un núcleo financiero, un motor industrial y de servicios, una capital en el mapa del mundo.

Con la llegada de la democracia, el país revienta su secular corsé y con la fórmula de la descentralización administrativa y la autonomía política ha logrado, entre otras cuestiones no menores, que las economías regionales hayan crecido inusitadamente. Pero Catalunya, que ya estaba crecidita en estas lides, se quedó estancada.

Barcelona pasó de ser capital de "ferias y congresos" -como la bautizaba el régimen franquista- a ser exportadora e impulsora por desidia de la pujante Ifema madrileña, por citar un caso claro de pérdida de pistón y liderazgo.

Las diferencias entre regiones, por mor del modelo democratizador elegido, se redujeron en lo económico. Según el informe de la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas), Madrid es la comunidad que más creció el 2004, Extremadura se sitúa en el noveno puesto y Catalunya ocupa el lugar decimosexto, detrás de Ceuta y Melilla.

Siguen hablando de Catalunya como la locomotora de España pero en el 2004 la economía catalana aumentó un 2,43% frente al 2,83% de media nacional. ¡Menudo tren!

Se habla desde el poder político de los problemas de financiación que tiene Catalunya, muy ciertos, o industriales como el textil, no mayores que el resto de las economías occidentales ante la intrusión amarilla (el dormido tigre asiático por fin despertó).

Pero mientras los políticos han apelado al Estado para recibir más ingresos o han centrado su principal objetivo en la definición de un nuevo marco estatutario, que sin duda la población agradecerá y no despreciará, no son pocos los ciudadanos que piensan que el problema hoy está dentro de Catalunya y en consecuencia, en Catalunya hay que hallar la solución.

No en vano, en el centro de la sociedad civil catalana, que sigue dando aliento al impulso del país, se encuentran hoy los ciudadanos, no los políticos. Si éstos piensan que el Estado agradecerá los servicos prestados antaño, o las regiones enriquecidas en democracia agradecerán la labor autonomista de Catalunya cuando el único mapa español era el centralizado, están equivocados.

Nadie ayudará desde fuera a que Catalunya recupere su dinamismo, o aumente su riqueza. Hablan de solidaridad -para hacer frente a la reclamación política de un nuevo modelo de financiación autonómica- cuando están pensado en la cohesión. Hay hoy un nuevo mapa en España que es de abundancia, ya no de escasez, y el temor no es la pérdida de solidaridad del fuerte con el débil, sobretodo si pudieran llegar a invertirse los papeles, sino de pérdida de cohesión nacional.

Si Catalunya está mal financiada habrá que reflexionar dentro y fuera de Catalunya y en España, sobretodo, no se debería despreciar una realidad en decrecimiento que le puede ser letal, tanto como si se llegara a descohesionar. Hoy, como ayer, será la sociedad civil la que tenga que sacar las castañas del fuego si se quiere acabar con esa Catalunya aminorada. Ni la sociedad política ni el Estado serán capaces.

viernes, abril 29, 2005

La lección indochina

El mismo día en que los inspectores de Estados Unidos, que tan desaforadamente (quiero decir fuera de todo fuero) buscaron armas de destrucción masiva en Iraq, reconocían que Saddam Hussein no las escondió en Siria (el nuevo objetivo a "salvar" del eje del mal), leía con fruición el análisis que el corresponsal de "La Vanguardia" en Pekín, Rafael Poch, realizaba sobre Indochina.

"Homenaje a Indochina" titula Poch una pieza de estudio que os llevará, si deseais leerla, no menos de una hora. Os lo recomiendo. Concluye que, treinta años después, los vietnamitas siguen dando lecciones de alcance universal. No olvidan, pero han sabido perdonar.

Ya sabíamos que es un pueblo capaz de haber ganado una guerra a los americanos, pero no de su capacidad de resurrección y estima. Del trabajo de campo realizado treinta años después aprendemos también acerca del quehacer americano ayer en Vietnam y Laos, reproducido hoy en Afganistán o Iraq.

La herencia de los bombardeos sobre los cultivos, las personas, las infraestructuras... son explicados treinta años después por testigos directos. Son los únicos que lo pueden contar porque, como dice el corresponsal, "la mayoría de los mochileros occidentales y australianos que pasan por Laos ignoran que, entre 1964 y 1973, Estados Unidos lanzó sobre el país unos 800 kilos de explosivos por cada uno de los 2,5 millones de habitantes, hombres, mujeres, niños y ancianos, que contaba entonces su población. El motivo de su ignorancia es el mismo por el que sus padres ignoraron en su día la “guerra secreta” del Pentágono contra Laos; no fue declarada, y los medios de comunicación no la mencionaban."

El mundo debía comulgar con que Laos no existía en los sesenta tanto como debió creer en este tiempo actual en las armas de destrucción masiva, según la propaganda oficial. Pero la realidad es tozuda: Laos sí existió; las armas de destrucción masiva, no.

Estados Unidos no ha pagado un céntimo en concepto de reparaciones por la guerra contra Vietnam de 1964-1975 y nunca ha pedido perdón por el genocidio a que sometió a la población indochina. El gigante americano se siente irresponsable de la que armó en su "guerra de liberación", acaso precisamente porque la perdió, porque los ganadores sufren aún hoy las consecuencias y dicen haber perdonado a aquellos gobiernos americanos.

La teoría del efecto dominó no resultó tan certera: Vietnam cayó en manos comunistas... y el tiempo disolvió el comunismo como un azucarillo, no ya en Asia sino en el mundo.

Ayer, como hoy, mentiras y estrategias geopolíticas "justificaron" una guerra cruel por parte de la sociedad más libre del mundo. Los vietnamitas celebran en paz el trigésimo aniversario del final de una guerra, la más larga del siglo XX (primero contra Francia y a renglón seguido contra Norteamérica, y tras haber hecho frente a japoneses y chinos), pero siguen siendo víctimas del agente naranja.

miércoles, abril 27, 2005

La reconquista, con minúscula

Un efecto colateral de las elecciones vascas en la política española ha sido que el PP haya percibido que el PSOE le gana las elecciones. Ya no las pierden por causas extrañas, sino propias. Esa es la lectura que tiene la presión de Rajoy sobre Fraga para que disolviera y convocara elecciones en Galicia: el objetivo, frenar el bote del efecto ZP.

Zapatero ha venido ganando desde el 14-M todas las convocatorias de los españoles ante las urnas. Claro que por desgastarle se mantendrá el discurso de que el 14-M ganó las elecciones Al Qaeda, o las vascas las ganó ETA.

La pócima del desgaste a ZP permite enmascarar el propio descenso y el PP apuesta por Galicia para que suponga un cambio de tendencia y se ganen las primeras elecciones desde las generales del 2004; algo así expresó con claridad Fraga cuando dijo que en Galicia se inicia "la reconquista", en minúscula claro.

Además, el desgaste no deja de erosionar al ejecutivo en su acción de gobierno; pero al menos ahora parece que el PP no se refugia en el autoengaño de que factores extraños les apartaron de la gracia electoral: se lo están mirando. Es un paso adelante.

lunes, abril 18, 2005

¡Tierra trágame!

En la noche electoral vasca los máximos dirigentes de los partidos, tanto vascos como españoles, valoraban los resultados con su mensaje particular muy nítido. Sólo la novedosa formación neobatasuna, el Partido Comunista de las Tierras Vascas, parecía batirse en retirada: "...no podemos entrar a valorar..., a estas alturas no es hora de decidir..., sólo queremos descansar, estamos aturdidos por la prensa y lo que nos está pasando..."

Algo así como el ¡Tierra trágame! debió sentir Maite Aramburu cuando era preguntada por el programa de su formación ("...hay gente más roja que otras...", balbuceaba) en contraste con la claridad del mensaje emitido por Arnaldo Otegui, que aparecía como si fuera el gran ganador (al menos el PP atribuye a ETA una victoria de la que culpa a Zapatero) sin haber sido candidato: "Hay que negociar en un escenario democrático para construir un proceso de garantías que permita decidir libremente". Ahí es nada.

Da la impresión de que Euskadi, aparentemente radical, siempre castiga a quien más tensiona una situación política, de por sí ya tensa precisamente por la violencia etarra. En 2001 Mayor Oreja fue el gran "tensor" de la campaña electoral y el voto prestado se desplazó al PNV (se habló de 80.000 votos que no eran suyos).

En estas elecciones, la tensión la ha protagonizado el Estado al aplicar la Ley de Partidos para evitar la presencia de Batasuna o de sus sucesores en el Parlamento Vasco: el resultado, la neobatasuna de los comunistas de las tierras vascas ha logrado 8.000 votos más que EH en 2001 y con una participación diez puntos inferior.

También la apuesta de Ibarretxe por su plan, que somete a plebiscito puesto que disuelve la cámara vasca en el momento en que el Congreso lo rechaza, sale derrotado.

Euskadi no quiere frentes excluyentes. En 2001 votó contra el españolismo protagonizado por Mayor Oreja y Nicolás Redondo (con su 'Brunete' mediática al frente) y en estas elecciones ha frenado el soberanismo derivado de Lizarra y del plan Ibarretxe.

Los ciudadanos parecen empeñados en que haya un cambio en la política vasca, el cambio que arranca con que las formaciones políticas se respeten, escuchen, dialoguen y alcancen un definitivo escenario de paz. Y por encima de todo, guste o no, que no se acalle la voz de los que piensan lo contrario.

Es la manifiesta lección de que cuando se legisla contra la realidad de las cosas, la norma reguladora está condenada al fracaso. En una sociedad democrática, no se mantiene una Ley de Partidos que únicamente persigue acallar la voz al 12 por ciento de los electores.

Ahora resulta que los diputados electos del PCTV no tienen nada que decir y Otegui, que no fue candidato, da la pauta de lo que hay que hacer. Menudo éxito y vergüenza política, ¡tierra trágame!

viernes, abril 15, 2005

Salamanca no presta

Como dice el latinajo popular lo que "natura non da, Salamanca non presta", expresión clara de que por mucha capacidad formativa que reuniera el templo universitario por excelencia del siglo de oro español, el tonto de capirote poco podía aprender en aquellas aulas.

Por lo general, es esta una consideración válida para toda acción de los mortales. En cualquier disciplina, lo primero es la persona, el ser humano, y lo segundo su preparación para ser poeta, músico, ingeniero... o político.

La técnica, el conocimiento adquirido, es condición suficiente para que el hombre adquiera su nivel y alcance el papel que le corresponde en la sociedad; pero la condición necesaria es ser ante todo persona. Ninguna 'Salamanca' presta conocimientos al ser humano negado por la naturaleza a adquirirlos.

Por mucha capacidad técnica que se disponga para cantar una partitura, pongamos por caso, si el cantor no tiene alma para transmitir emociones, será un mal cantante. Victoria de los Ángeles, por ejemplo, lo explicó así cuando se le preguntó por las principales condiciones para triunfar en el bel canto: "la primero es ser un 'ser humano'".

En política, como en las cosas de la vida. El capítulo de la devolución de los denominados "papeles de Salamanca" a sus legítimos titulares no sólo sigue haciendo correr ríos de tinta, sino que amenaza con recibir el tratamiento de gran crisis institucional.

Catalunya los ha reclamado desde años, para restituir el patrimonio histórico de la Generalitat. Salamanca, y su gobierno autónomo castellano leonés, se resisten a su entrega cual delito de lesa majestad.

La relatividad de las cosas, algunas con más de sesenta años de perspectiva, me acercan el recuerdo de latinajo popular: algunos deben de andar necesariamente mal dotados por la naturaleza para que "Salamanca", la formadora, la intelectual, no les haya prestado aquello que les falta: el más elemental sentido común para no dramatizar las cosas y saberlas resolver sin generar problemas allí donde no los hay.

martes, abril 12, 2005

El pulso de Mas

Artur Mas ha lanzado un pulso a Pasqual Maragall, presidente de la Generalitat, al ignorar su autoridad institucional para convocar una reunión sobre la reforma del Estatut con el objeto de impulsar la segunda fase de su negociación.

El líder de CiU mantiene así una táctica de tensión con Maragall a raíz de su acusación del tres por ciento. No se dan condiciones de sosiego y juego limpio, se piensa en Convergència.

Pero ese pulso es táctico, no estratégico. Quien no va a una reunión es quien la rompe, y si finalmente CiU no acude a la segunda convocatoria del presidente de la Generalitat y ésta se celebra, se le podría atribuir la ruptura fáctica de un consenso que comenzó en Sau, cuando el primer Estatut, incluso con la presencia activa de Laureano López Rodó (ex ministro comisario de los planes de desarrollo de Franco) como representante de Alianza Popular.

Mas vive instalado en la convicción de que tiene más "galleta" que Maragall, está seguro que le puede en el cuerpo a cuerpo político, y no ha metabolizado que el socialista alcanzara la presidencia de la Generalitat teniendo CiU el mayor número de diputados de la cámara catalana.

De hecho, el rifirrafe del tres por ciento fue una provocación exitosa, acaso también suicida, de Mas: le espoleó y Maragall entró al trapo. Para éste fue el grave desliz que debió rectificar; para Mas, el dudoso honor de haberse autoendosado la etiqueta del fatídico porcentaje.

Ahora, ese nuevo pulso, prolonga esa tensión que por el momento instala la política catalana en esa zona agria en la que importa más la táctica que la estrategia de fondo. Hasta el actual PP participa en el Parlament de Catalunya en la ponencia redaccional del Estatut.

El escenario de no contar con CiU, vaya o no a la reunión, se celebre o no el encuentro, puede ser fatal. Sin el concurso de CiU el nuevo Estatut no prospera políticamente, y sin el Estatut, el Tripartito se queda sin política.

El acento social del gobierno "catalanista y de izquierdas" parece insuficiente para resistir toda una legislatura.

Esa parece la apuesta de Mas, derrotar a Maragall y obligarle a disolver el Parlament para ir a unas nuevas elecciones en el 2005. Si esa es la táctica, ¿cuál es la estrategia?

miércoles, abril 06, 2005

La "papolatría"

Ya el Antiguo Testamento enseñó que no se debía adorar a los ídolos. El mensaje lo transmitió Moisés al pueblo judío al descender del Sinaí con las tablas de la ley y la palabra del Señor. La Iglesia conformó más adelante que la idolatría es un pecado, dicho en lenguaje confesional.

Una cosa es reconocer la grandeza de la figura de Karol Wojtyla, en su dimensión política y pastoral, con todas sus luces y sombras -admiradores y detractores tiene su obra-, y otra es aceptar como prueba de grandiosidad la extraordinaria movilización en torno a su final mortal.

Recojo dos reflexiones leídas estos días en La Vanguardia. Escribe Rafael Jorba en su Bloc de notas que "hemos pasado del cero al infinito: de las denuncias de un laicismo galopante al papanatismo de la propia televisión pública... En el medio está la virtud: una laicidad, que ampara la libertad religiosa y de culto, pero que impone a todos igual código ciudadano."

Escribe Antoni Puigverd desde Ciudad del Vaticano: "Sólo en la era contemporánea un cadáver parece obsceno. En el aséptico occidente, que oculta la muerte y la enfermedad en los impolutos hospitales, repugna y extraña esta voluntad de mostrar la salma del Papa, primero en procesión, como se hacía en la Edad Media, y después en esta larga exposición. Es propio de avestruces ocultar lo que asusta. Exponer la muerte bajo los focos de las televisiones es algo más que reconocerla y proclamarla. Es la victoria póstuma de Juan Pablo II sobre el pensamiento débil."

La conmoción que ha generado la muerte de Juan Pablo II ha arrastrado a seguidores fieles y también a laicos infieles. Es el acto final de un Papa de masas. La propia Curia debería estar muy atenta para evitar que las masas no lleguen a idolatrar la figura del Papa. Entrar en una "papolatría" sería otra suerte de "pecado", dicho en términos poco ortodoxos, aparte de correr el alto riesgo de que un reflujo del sentimiento y la emotividad desbordada aleje esas masas de la fe predicada.

domingo, abril 03, 2005

El Grande

Fue el diario "Financial Times" quien propusiera, al cumplir Juan Pablo II sus 25 años de pontificado, que el Papa pasara a la historia con el título de "Grande" y el cardenal Angelo Sodano, al celebrar el primer oficio por Karol Wojtyla tras su fallecimiento, le llamó "Juan Pablo II El Grande".

Escribía Gerard Baker en el rotativo financiero en octubre de 2003: "En el siglo V, Leo salvó a Roma de los bárbaros y estableció la unidad de doctrina de la Iglesia. Un siglo más tarde, Gregorio evangelizó las enseñanzas de la Iglesia y confirmó la autoridad de Roma. Por su liderazgo y autoridad en estos tiempos de desafío, qué oportuno sería si Karol Wojtyla, el humilde sacerdote polaco, pudiera ser recordado como Juan Pablo el Grande" y citaba el autor la mofa de que era objeto su papado por ciertas elites liberales dominadoras del mundo.

Ha muerto un resistente, un hombre moldeado a golpes. Perdió a su madre a los 9 años, poco después a su hermano mayor y más tarde a su padre; de mozo resistió el nazismo ocupante de Polonia; se hizo sacerdote en la clandestinidad y siendo obispo se enfrentaba a sus superiores tanto como desafiaba al comunismo; como Papa, hasta resistió un grave atentado.

Fue un sacerdote combativo, tan crítico con el capitalismo feroz y rapaz como inflexible con las actitudes morales sobre el valor de la vida. Dijo 'No' a la guerra en Iraq tan alto y fuerte como 'No' al aborto o la contraconcepción.

Un sacerdote enamorado de los jóvenes, acaso por la juventud que le sustrajo tanta adversidad, empeñado en el ecumenismo de la fe y la comunión de tantas iglesias y religiones enfrentadas, que pidió perdón al mundo por los errores de la Iglesia en el pasado, y muy en particular al judaísmo, con tanta rotundidad como perdonó a quien atentara contra su vida.

Por su perfil y pontificado, fue un líder religioso excepcional que no dejó indiferentes ni entre los fieles ni los infieles y que luchó por la vida hasta el final. Por eso, porque era terco, tenaz, combativo y resistente, le llamarán "El Grande" y pasa a la historia como Papa de la paz y de los jóvenes.

miércoles, marzo 30, 2005

España, Venezuela, Cuba...

Cuestiona Mariano Rajoy la política exterior española y se queja de que Zapatero haya vendido buques y aviones a Chávez o de que se obligue al Rey a recibir al ministro de Asuntos Exteriores de Cuba en su visita a España. Eso no ocurría cuando gobernaba el PP. Al Rey, simplemente se le impidió visitar Cuba. Y sobre Chávez prefiero no recordar los 59 segundos del ministro Moratinos en TVE, no vaya a descarrilar como él cuando mentó al golpismo venezolano.

Sí reseño que esos buques que España venderá a Venezuela engordan una cartera de pedidos que garantizan la continuidad de unos astilleros españoles que el gobierno popular dejó en quiebra técnica.

Esa venta de armas a Venezuela ha molestado, mucho y por igual, al PP y a Estados Unidos, que consideran a Cuba y Venezuela como un "emergente eje del mal". Máxime irritación de Washington porque el amigo colombiano ha bendecido esa incursión española en el mercado armamentístico internacional al argumentar su utilidad contra el terrorismo y el narcotráfico.

Zapatero, candoroso, asegura que esos barcos y aviones servirán para el transporte de personas y la seguridad de las costas venezolanas y que no pueden ofender a nadie porque benefician a los pueblos. ¿Tiene garantía de que el general ayer golpista y hoy populista en democracia no las utilizará para reprimir a sus opositores?

Estados Unidos es el principal país vendedor de armas en el mundo: tiene una cuota de mercado del 45,6 por ciento, seguido de Francia, Rusia y China. Los principales países compradores son Israel, Arabia Saudí, países africanos en conflicto doméstico, China y Taiwán.

De las cien empresas más grandes fabricadoras de armamento, la mitad se encuentran en Estados Unidos. España, de la mano de ZP, ha entrado en terreno vidrioso: ha vendido armas al nuevo "eje del mal" (para los norteamericanos, entiéndase) y se ha colado en su patrio trasero. Hasta ahora, la venta de armas era cosa de potencias "oficialmente autorizadas" o del mercado negro.

Este embrollo coincide, casualidades tiene la vida, con una feria mundial de armas -nada gore, presentación muy limpia del bien- en la que los "vendedores oficiales" incluso se quejaron ante jeques y mandatarios del mundo árabe de esa suerte de "top manta" que es el mercado negro. ¡Menuda hipocresía!

Los amigos rusos llevaron a la feria al ucraniano Kalasnikov, creador del subfusil guerrillero por antonomasia, quien entorchado con las medallas de sus méritos militares del pasado afirmaba que su fusil "fue diseñado para defender la paz y la amistad" entre los pueblos. También candoroso.

lunes, marzo 21, 2005

Recuerdo vivo de Lluís Espinal

Conocí a Lluís Espinal como animador de los cine club Secuencia y Mirador, siendo yo estudiante de preu, en los alrededores del 66. Es seguro que hoy no recordaría aquel adolescente lleno de dudas y frustraciones al que apasionaba el cine, pero ese joven sí quedó influido por su testimonio de vida, su lucha por la honestidad y su permanente rebelión contra los problemas más urgentes por resolver.

Ese recuerdo quedó grabado de por vida, a sangre y fuego, la noche de un 21 de marzo, hace ahora 25 años, cuando Lluís Espinal (jesuita, Sant Fruitós de Bages, 1933) fue torturado y asesinado por su compromiso con los más desfavorecidos. Lo mataron los iguales porque era distinto. Fue en Bolivia.

Era la noche del 21 de marzo de 1980 en La Paz. El jesuita catalán salía del cine. Unos desconocidos le hicieron entrar en un jeep, como recuerdan sus compañeros de la Fundació Lluís Espinal. Lucho fue torturado y asesinado.

Lluís Espinal llegó a Bolivia en 1968, cuando el país vivía una época de dictaduras, represión y violaciones de los derechos humanos. Era también el año de la asamblea de los obispos de América Latina celebrada en Medellín, el momento en que sectores de la Iglesia maduraban un proceso de proximidad a los pobres y a su lucha, que acabaría conformando la teología de la liberación.

Espinal, además de jesuita, era periodista y crítico de cine. En España como en Bolivia practicó la denuncia de las situaciones que consideraba injustas.

Desde Barcelona, en los años sesenta, trabajó para TVE realizando el programa "Cuestión urgente", pero la crítica social de sus historias topó con la censura. En 1967 le prohibieron un programa sobre las viviendas miserables de los barrios marginales de la ciudad y una entrevista con Alfonso Carlos Comín. Su manera de rechazar la censura fue dimitir. Su decisión fue un pequeño escándalo. Nadie dimitía entonces de nada, y menos del momio de la televisión española.

En La Paz no dudó en trabajar al servicio del pueblo boliviano, denunciando la dramática situación del momento, la represión militar y las consecuencias del narcotráfico. Su voz incomodó a los poderosos. Finalmente la acallaron, como también -justamente tres días después- la del obispo Óscar Romero en El Salvador.

Han pasado 25 años de su muerte y Bolivia sigue envuelta en convulsiones. Otro jesuita catalán, Josep Gramunt, explicaba recientemente en La Vanguardia" -en entrevista concedida al corresponsal Joaquim Ibarz- que el agricultor cocalero Evo Morales es hoy "un factor de atraso que multiplica la pobreza". ¡Qué cambios da el tiempo!

Explica Gramunt que Evo es un agitador que se adorna con el populismo, un representante del altermundismo que combate a las multinacionales y al imperialismo; se sorprende el entrevistado de que en el exterior tenga "una imagen fantástica, envidiable para un líder autodidacta".

Denuncia hoy Gramunt, como ayer Espinal con los milicos golpistas, que Morales, aunque posee enormes cualidades de liderazgo "tiene una empanada mental en la cabeza" y que su choque frontal con el presidente Carlos Mesa ("que no sabíamos que fuera líder", apostilla Gramunt) ha hecho que se le comenzara a perder el respeto. "Ahora, Evo Morales aglutina a la izquierda más radical. Hace unos meses, la clase media lo veía con simpatía. Su creciente dogmatismo le restó el apoyo de sectores moderados", concluye.

Es esclarecedor el diagnóstico que el jesuita y comunicador hace sobre la actual crisis boliviana: "Venezuela es el principal proveedor de crudo y gas en América Latina. No le conviene la competencia. Hace doble juego. ¿Para qué exalta y financia a Evo Morales? Para que se invaliden las inversiones que puedan competir con Venezuela. Evo es el eslabón que le faltaba al régimen chavista para encadenar a Bolivia a su revolución bolivariana, que es una combinación de populismo, socialismo, indigenismo y autoritarismo."

Reflexionar sobre la Bolivia de hoy, como en la de ayer, quedará vinculado para este periodista a la figura de Lluís Espinal, hombre de cine, curiosamente, como el actual presidente Carlos Mesa.

miércoles, marzo 16, 2005

Ciudadanos cautivos

Pese a la reciente afirmación de Rodríguez Zapatero de que con su llegada al poder España había pasado de las derechas a los derechos, son legión los ciudadanos de este país cautivos de las operadores de telefonía proveedoras de acceso a internet.

Ciudadanos que no sólo no pueden vencer las trabas que las empresas que dan acceso a Internet imponen cuando quieren darse de baja sino que pasan a engrosar la lista de morosos del Reino por unas decenas de euro. Ciudadanos cautivos de una práctica propia de tiempos de esclavitud y no de la era de la libre competencia.

Sorprende la no intervención y hasta el silencio de la Administración, aunque acaso el próximo presidente de la Comisión del Mercado de Telecomunicaciones (ese que sucederá a quien siendo español consideró que deplazarse de Madrid a Barcelona para trabajar era "una deportación") tenga algo que decir.

La Asociación de Usuarios de Internet (AUI) solicitó hace dos años que el Gobierno acabara con la cláusula que impone contratos mínimos de un año y estableciera una regulación por la que cualquier usuario de internet pudiera cambiar de proveedor de acceso a la red cuando lo requisiera. Ni 'flowers'.

Son legión las quejas no ya en los grupos de información abiertos en la red, o en las cartas de los lectores a los directores de los diarios españoles, sino las presentadas en oficinas de consumidores, estatales, autonómicas o municipales. Por ejemplo, en Barcelona.

La conexión a internet, las tarifas planas, las deficiencias en el acceso, la opacidad en los contratos, los problemas con los móviles de tarjeta y las dificultades para darse de baja de algún servicio de telefonía son los principales problemas que llevan de cabeza a los consumidores barceloneses según el informe de la Oficina Municipal d´Informació al Consumidor (OMIC) correspondiente al año 2004 (ver documento).

Concluye este informe que el 43% del total de reclamaciones recogidas corresponde a problemas con las telecomunicaciones. ¡Casi la mitad de las quejas! En total, la OMIC recibió durante el año pasado 13.639 reclamaciones, un cifra un 30% superior a la de 2003.

Aunque no lo parezca estamos en la era de las comunicaciones y en plena sociedad de la información, y la aplicación de la ley la marcan las Auna, Telefónica, Uni-2, Wanadoo y tantas y tantas compañías de las nuevas TI.

lunes, marzo 14, 2005

Votaron en contra

Cuando se cumple un año de la victoria del PSOE ante al PP el 14 de marzo de 2004, tres días después de la matanza de Madrid, ambos partidos siguen manteniendo inmutable la misma lectura. PSOE y PP no se han hartado de esgrimir una y otra vez el argumento de "la verdad" sobre los acontecimientos ocurridos el día 11 y muy en particular el sábado 13 y, finalmente, el domingo electoral, cuando ambos defienden verdades muy distintas y partidarias.

La verdad sólo la conocen esos millones de votantes que acudieron en masa a votar (récord de participación en unas legislativas) y que por mor de los acontecimientos vividos esos días de marzo lo hicieron de un modo muy particular: fueron a votar en contra del Partido Popular, no a favor de una formación política.

Es muy probable que buena parte de los votantes se movillizara precisamente por los hechos ocurridos entre el 11 y el 13 de marzo, por esas "verdades" esgrimidas tanto por el PP, entonces en el Gobierno, como por el PSOE, desde la oposición.

Pero la clave está ahí: votaron en contra, algo inédito en política. Sabíamos del voto prestado, del voto cautivo, del voto deslizante... pero no del voto en contra. Eso es lo que pasó el 14 de marzo de 2004 para que el PP fuera removido del poder.

Mientras para los partidos esa herida todavía supura, no lo duden, esos votantes que fueron a las urnas con una idea muy clara ni se plantean más disquisiciones sobre el particular: hicieron lo que en ese momento creían que debían hacer. Si la política transcurriera por los derroteros de la normalidad no lo volverían a hacer. Fue un voto de excepción, para una situación de excepción, que alcanzó su máximo clímax la tarde-noche del sábado, cuando comenzaron a "pasar" su inquietud por mensaje, móvil a móvil: apenas faltaban unas horas para decirle basta al que más mandaba.

jueves, marzo 10, 2005

Sosiego

El debate parlamentario celebrado en Barcelona a raíz de la moción de censura presentada por el diputado popular Josep Piqué contra el presidente de la Generalitat ha terminado insuflando una buena dosis de sosiego a la política catalana, muy acelerada a raiz del desliz parlamentario de Pasqual Maragall.

Las excusas públicas presentadas a todos los ciudadanos por Maragall, que ha emplazado a los partidos catalanes a recuperar la confianza entre sus responsables y lograrla entre los políticos y la ciudadanía, ha permitido al líder de CiU, Artur Mas, retirar la querella presentada en los juzgados.

El esfuerzo de Mas y Maragall por tender nuevos puentes de entendimiento y confianza ha sido determinante para el cambio de clima, sin duda debido a la iniciativa parlamentaria del Partido Popular de Catalunya.

La garantía de Maragall de transparencia y de que habrá Estatut, vino acompañada por el compromiso, no menor, por parte de Piqué de trabajar para que la reforma de la carta de convivencia de Catalunya salga adelante.

La revindicación efectuada por Carod-Rovira del derecho del Govern a gobernar sin obstáculos permanentes acompañada de la exigencia de que se respete al presidente de la Generalitat, "el de hoy y también el de ayer", también contribuyó a insuflar en la cámara esa distensión que sigue a los gestos conciliadores, que demandó de todos los responsables públicos.

Aunque Maragall no aceptó responderle a Piqué qué quiso decir cuando habló del 3 por ciento, dejó claro que espera con el máximo respeto las investigaciones abiertas, sea la parlamentaria, sea la judicial, y que no amparará sistemas que toleren prácticas corruptas en política.

Era el de hoy un debate político puro: se cuestionaba a un presidente de gobierno por su forma de gobernar. Bargalló, su conseller en cap, precisó que no se tolerarán "silencios ni chantajes" y que se combatirá la corrupción. Saurá explicó la política realizada por el Tripartito, poniendo énfasis en aquella acción de gobierno realizada y que tanto ha molestado a quienes les corresponde estar en la oposición tras perder el poder.

Dijo Más que desea para Catalunya una política cívica, como la que CiU practicó en la época del llamado "oasis" catalán, y no insídica, que desde Convergència siempre se ha atribuido a la manera de hacer política de los socialistas. Fue el único que apeló a la recuperación de ese oasis catalán perdido. Todos los demás parlamentarios alabaron su final.

También Piqué, aunque cierto es que era el único de los políticos que tomaban la palabra que nunca participó de ese oasis, que siempre consideró al PP como un partido "extramuros" de la vida catalana.

Piqué pierde la moción de censura, como estaba previsto, pero ha logrado situarse en la política catalana con mensaje propio, diciendo desde la sensatez y sinceridad, sin las estridencias con las que nos castigaba el PP cuando gobernaba, cosas que los mortales han pensado alguna vez, y ha conseguido ser el artífice de un debate transparente que ha despertado gestos conciliadores de todos los políticos desde posiciones contrarias.

Parece como si el aire insuflado a la política catalana en al debate hubiera abierto los aliviaderos del "souflé" en el que había entrado en apenas dos semanas. La palabra sensata ha podido con los excesos verbales. Porque escuchar a Mas decirle a Maragall que ya no puede liderar el Estatut porque no le reconocen autoridad, o a Piqué espetarle que es un mal presidente que ya no quieren ni en su partido, o que Iceta le recordara a Piqué que el PP no apoyó la comisión de investigación por el caso Torras-KIO, no fue más que expresión de la contundencia con que los partidos delimitan sus espacios para desarbolar al adversario.

Los puentes de diálogo, tras dos semanas de crisis, quedan tendidos. Ahora hace falta circular por ellos.

sábado, marzo 05, 2005

Maragall no se achica

En un mismo día el presidente de la Generalitat ha sido denunciado ante los tribunales por injurias y calumnias, querella presentada por CiU, y ha sido objeto de una moción de censura en el parlamento por parte del PPC, dos partidos de la oposición parlamentaria catalana. Nunca en la política catalana habían caído tantos chuzos de punta sobre la cabeza de la institución.

Maragall, el querellado, queda así a la altura de su antecesor, Jordi Pujol, que también fue objeto de una querella al inicio de su mandato. En su caso, promovida por el ministerio fiscal por la "extra atípica" actividad financiera de Banca Catalana, regida por Pujol en su afán de "hacer país" empeñado, siendo una entidad privada de crédito, en gestionar sus activos como si de un banco central se tratara: hacer país dando duros a cuatro pesetas más el intangible político y/o social de la inversión...

El resultado fue nítido: la querella fracasó, pese a la acerada instrucción de los fiscales Mena y Villarejo, Banca Catalana quebró y fue a parar al Banco Vizcaya tras su paso por la UVI del Fondo de Garantía de Depósitos, y Pujol sobrevivió.

Fue una querella política, promovida y alentada por algunos sectores del PSOE -destacaron al alimón Alfonso Guerra y Miguel Boyer- y fue entendida como un ataque político a Catalunya por parte de Pujol y sus huestes. Se perdió Banca Catalana, pero Pujol salió fortalecido. No pudieron con él.

Ahora el caso es distinto, pero la querella sigue siendo política porque la interpone el principal partido de la oposición y lo hace por una ligerísima afirmación del president Maragall, efectuada en el Parlament en tanto que presidente de Catalunya.

Es un claro ejemplo de judicialización de la política. Artur Mas, que no perdió las elecciones autonómicas catalanas pero fue incapaz de consensuar una coalición que le permitiera gobernar, ha vivido todo un año obsesionado con Maragall por haberle arrebatado la Presidencia de la Generalitat.

La irresponsabilidad de un presidente de Gobierno al denunciar al primer partido de la oposición atribuyéndole el cobro de un tres por ciento de la obra pública para financiarse, sin poderlo demostrar, ha traído las consecuencias que ya conocemos: convulsión política en el país, ha dado el finiquito con la práctica de una política florentina de formal respeto entre todos, ha roto los puentes de confianza entre líderes. Marcadas heridas como si se hubieran sido trazadas por un arado.

CiU ha exigido la rectificación de Maragall, las disculpas públicas y la petición de perdón para no presentar la querella, que incluye en su texto que si se produjera sería retirada de inmediato de los tribunales. Pero Maragall no se ha amilanado. Ha denunciado que no admite que el presidente de la Generalitat pueda actuar o expresarse amenazado por una querella, y ha aguantado el embite lejos de achicarse. Ha plantado cara a CiU, dispuesto a todo.

Como los ciudadanos quieren saber qué es eso del tres por ciento, y las erosiones entre los líderes no tienen marcha atrás, tenemos combate hasta las últimas consecuencias y al final veremos quién aguanta más, si Mas o Maragall.

miércoles, marzo 02, 2005

Los intocables del Carmel

Mientras la política catalana vive en la convulsión del tres por ciento y a golpe de declaración institucional tras declaración institucional (Pujol, Benach) o el presidente de la Generalitat nos desconcierta con la extraña lección culinaria de insuflar vaselina al souflé o admitiendo que no midió sus palabras, la Administración sigue trabajando para paliar el desastre del Carmel, lenta pero sin pausa.

Viene a cuenta esta consideración para advertir de un hecho relevante: aunque el reciente pleno dedicado al Carmel pasara al centro del debate por una frase pronunciada en apenas diez segundos, que enmascaró lo más importante -el problema del Carmel-, no es admisible escuchar de políticos y vecinos que la clase política ha relegado a un segundo plano el problema de los afectados por los hundimientos del Carmel. Eso se llama oportunismo tanto si lo dicen los políticos, cuanto peor si lo dicen los vecinos que asistieron al debate.

Es cierto que diez segundos y un dígito bastaron para velar las tres horas de intervención por la mañana del conseller Nadal, plenamente dedicadas al problema del Carmel, más las intervenciones de la tarde de todos los grupos parlamentarios. El diario de sesiones del Parlament tiene recogidas en letra de molde todas y cada unas de las exposiciones.

También lo es que a los vecinos afectados por el hundimiento les ha tocado la peor parte. Algunos lo han perdido todo. Pero no es menos cierto que la Administración, tanto por el derrumbe como por la gestión informativa del suceso, ha tenido que escuchar de todo (¡faltaria más!) y que a técnicos y contratistas les han caído chuzos de punta. Todos han salido tocados.

Acaso por la desgracia que se les vino encima sin culpa, los únicos intocables han sido los vecinos, que ya tienen suficiente desdicha. Pero los vecinos tampoco deben ser intocables. No todos son afectados directos ni indirectos del hundimiento. No es admisible que, conocedores de la realidad que han sufrido y lo que han recibido -aunque perentoriamente haya sido muy en precario-, se permitan mantener a voz en grito que son los olvidados del Carmel, o que la Administración les quiere engañar. Es una falsedad que solo les perjudica.

Nadie les ha olvidado, ni la clase política, ni la ciudadanía. Tan esto es así que ya va siendo hora de que los ciudadanos exijan de la Administración el máximo rigor y control de las ayudas que puedan destinar a los damnificados: que se verifique y valide todas y cada una de las reclamaciones; que ni un céntimo pueda ir a parar a personas o empresas que no puedan acreditar su condición de afectados.

En el barrio saben, porque son viejos luchadores, que el coste de la crisis se financia con los impuestos de todos los ciudadanos, sean del Carmel, de Gerri de la Sal o de las Alpujarras. No sería aceptable que los aprovechados, que los hay en todos los pagos, se beneficien de las circunstancias de una administración debilitada por la crisis y obtengan de la repartidora algo que en justicia pueda pertenecer a otros.

Que no nos encontremos dentro de un tiempo que la prisa por solucionar un problema bajo presión política haya facilitado -por ejemplo- que empresas o comercios que operaban en la economía sumergida saquen oportuna tajada de la administración para sanear cuentas. Hay muchos profesionales de la trampa en todas partes y no debería donarse ni un euro a quien no acredite la legalidad de su situación, sea doméstica o industrial.

Que la crisis implique que las obras del metro verán incrementado su coste final habrá que aceptarlo en aras de la mayor seguridad y de la propia revisión de los proyectos (no sólo el del metro), pero sería inaceptable que en el reparto de la ayuda se llevara el gato al agua quien más llora o quien por arte de birlibirloque haya sido capaz de pasar por lo que no es.

Los más interesados en esa transparencia deben ser todos los vecinos del Carmel, no sólo los afectados, porque el dinero con el que la Administración tratará de paliar daños materiales y hasta anímicos o psicológicos salen de los presupuestos de la Generalitat o del Estado, es decir, es dinero de todos los ciudadanos que a la Administración cumple gestionar.

Por esta razón, como políticos, informadores, geólogos o contratistas, tampoco los vecinos del Carmel son intocables.

domingo, febrero 27, 2005

Hartos de basura indecente

Un reciente estudio del Consell de l´Audiovisual de Catalunya (CAC) indica que cerca de la mitad de los catalanes, un 47,1%, apuesta por regular la telebasura para evitar que la vean los niños y por tanto crece la preocupación de la audiencia por la calidad de la programación. Esta cifra es muy superior al 27,7% que considera que cada uno tiene que ser libre para elegir y el 18,3% que cree que se debería prohibir.

Entre los aspectos de la telebasura que más molestan a los encuestados figuran la creación de personajes sin méritos, la intromisión en la vida privada, la difusión de rumores no contrastados y un lenguaje soez. El número de personas que conoce el fenómeno de la telebasura se ha duplicado respecto al año pasado y ahora se sitúa en el 93,5%. Los programas que más molestan al telespectador son Gran Hermano, Salsa Rosa, Crónicas Marcianas y Aquí hay Tomate, entre otros.

Datos reveladores de un hartazgo. Un modelo de televisión que ha gozado del éxito y seguidismo de la población comienza a eclipsar. Hartos de tontería y personajillos fatuos, parece que por fin hay una buena mayoría dispuesta a cambiar de canal en cuanto crónicas hermanas del tomate rosa invadan su intimidad doméstica. ¡Ya era hora!

El periodismo basura tan pretenciosamente practicado había llegado a consagrar como un valor y mérito la superficialidad, hasta el extremo de contaminar también a otros medios, incluida la prensa escrita. Parecía que, por mor del éxito de la tele basura, había llegado la era del periodismo de lo verosímil en el que no importaba tanto si los hechos eran o no ciertos, lo importante era que lo parecieran.

Esta superficialidad adocenadora ha sido capaz de anestesiar una generación de televidentes y hasta de remover a la llamada prensa seria de aquel lugar que nunca debío abandonar, que se regía por el histórico lema acuñado en el frontispicio de "The Times": "Los hechos son sagrados, las opiniones son libres".

viernes, febrero 25, 2005

Bomba en la política catalana

Ha estallado una bomba en la política catalana, que la ha sumido en el fangoso mundo de la corrupción, esa que los ciudadanos sospechan, comentan o dan por segura aunque pocos sean quienes logren aportar pruebas, y que siempre acaba sobrevolando la política con un manto de silencio.

En el Parlament de Catalunya se ha escuchado la acusación más grave jamás recogida en el diario de sesiones, y ha sido en boca del presidente de la Generalitat, en el fragor de un debate político con una dúplica marcada con aparente ira.

Si grave fue la mención del "tres por ciento", peor fue que se retirara a petición de un Mas que se dio por aludido con el simple dígito que corría de boca en boca.

De poco vale la explicación de que en ningún momento Maragall habría desvelado un hecho cierto ni tan sólo un rumor, sino que trataba de zaherir a CiU con citar el hecho de que el simple bulo circulante ya hipoteca su trayectoria politica (23 años de gobierno) y su honorabilidad.

La sola mención del 3% da carta de naturaleza al rumor o bulo y parece tan disparatada que hasta pone en cuestión la honorabilidad del parlante. El rumor circulante no se ciñe a un partido, sino que afecta a partidos e instituciones, gobiernos y ayuntamientos, en ese totum revolutum que atribuye a todos haberse financiado con una básica fórmula en los últimos decenios: los extrapagos de contratistas en la obra pública.

Si se incurre en el ridículo político al acusar de corrupto a un partido y no poderlo probar, ni en la cámara ni en los tribunales, aún es mayor cuando se acepta rectificar y retirar la imputación a cambio de tu propia estabilidad política o la reforma del Estatut.

Un despropósito poner el consenso del Estatut en almoneda porque si permitieran a los ciudadanos elegir entre erradicar la corrupción o aprobar un nuevo y más ambicioso Estatut, más de uno no tendría dudas: acabar primero con la corrupción, con los corruptos y los corruptores. Otros, claro, preferirán identidad al precio que sea.

La Fiscalia de Catalunya ya ha abierto diligencias para investigar las acusaciones de Maragall. Porque la disyuntiva aparenta ser muy simple:

Si es cierto lo que dijo Maragall, se debe investigar.
Y si lo es, ¿por qué se rectifica? ¿Acepta taparlo?
Y si no lo es, ¿por qué lo dijo?
¿Rectifica porque tan sólo se refería a un rumor no acreditado?
¿En ese caso, con qué responsabilidad dio carta de naturaleza al bulo?

Joaquim Nadal fue más preciso en su informe al pleno del Parlament al explicar que entre las medidas adoptadas por el Govern, no era menos importante la de acabar con un sistema perverso en la contratación de obras, que ha concentrado volumen de obra y riesgo en unas pocas compañías, retirando la discrecionalidad en la contratación al modificar los pliegos de condiciones.

Felip Puig (CiU) también lo dejó muy claro cuando atribuyó el hundimiento del Carmel precisamente a ese cambio impulsado por el Govern, "porque ha roto el círculo de excelencia y de confianza que ha funcionado durante años" entre contratistas y administración.

Algunas de las dos excelencias falla. Pese a la rectificación, la bomba Maragall ha generado un auténtico socavón en la legislatura, que queda herida de muerte. Una estridente explosión ha reventado el silencio que acallaba las voces del rumor. A los ciudadanos nos queda el derecho a que nos expliquen qué es eso del tres por ciento.

domingo, febrero 20, 2005

La hora de la verdad para el Tripartito

Esta semana el gobierno tripartito de la Generalitat de Catalunya vive una auténtica prueba de fuego. El conseller de Política Territorial presenta ante el Parlament el informe definitivo sobre las causas del hundimiento en el Carmel. Se esperan explicaciones claras, precisas y veraces, que permitan la toma de decisiones sobre todas las circunstancias que han rodeado el desastre.

Se conocerán las responsabilidades por acción o/y omisión de cargos políticos, funcionarios administrativos, gestores de negocio y responsables técnicos, y qué medidas dispone el Govern para solucionar el caso.

El Tripartito catalán, integrado por PSC, ERC e IC, vive su prueba de fuego porque de ese informe y de las decisiones que tome depende buena parte del crédito que le siga dispensando la opinión pública, y que perdió de golpe el día que permitió el retorno de los vecinos desalojados a sus hogares, veinticuatro horas antes de un segundo hundimiento.

Con un presidente (PSC) que ha sobrevolado por la crisis (aunque rectificó a tiempo su errónea comparación con el "chapapote"), con un conseller en cap (ERC) desaparecido de la escena (tanto como se ha inhibido de ella su partido), un conseller de política territorial (PSC) que ha soportado todo el desgaste político del escándalo, al asumir el control de la investigación -como le corresponde- o la propia comunicación a vecinos y ciudadanía.

La crisis ha pillado de lleno a un alcalde, del mismo partido que el presidente de la Generalitat, que ha soportado -gracias a su musculatura municipal- todas las iras vecinales siendo la institución con menores responsabilidades en las obras del metro, pero que ha tardado un mes en no descartar una querella ante la propia Generalitat. Le ha faltado a Clos, desde el respeto institucional, haber sido más dependiente de sus vecinos que de su partido para haber encabezado la exigencia de responsabilidades en el momento del desastre.

Si el Govern no es capaz de borrar la sensación de que entre todos, socialistas y convergentes, gobierno actual y anterior, están tapando sus errores; si no es capaz de aclarar si alguien ha 'mordido' económicamente en el proyecto y quién se ha dejado 'morder' o a cambio de cuánto cemento de menos; si no explica con claridad qué ha pasado y por qué ha sido posible que la seguridad haya sido valor en baja ante la cuenta de resultados de una empresa o el déficit público, el Tripartito tendrá más plomo en las alas en un mes que todo el recibido durante el primer año de mandato, con los sucesos que originaron al salida de Carod del Govern.

Es incomprensible su negativa a una comisión de investigación política, no judicial que para eso han sido admitidas a trámite las querellas y tienen su discurrir. Por eso esta semana es la hora de aclarar lo que ha pasado, de poner en marcha una comisión de investigación y de asumir dimisiones y ceses donde pertoque.

Nadal ha cumplido con su principal responsabilidad: esclarecer los hechos desde el poder que le corresponde como conseller. Ahora nos queda saber si de su informe, también procede que deje la consellería de los desastres. Es el modo que la política tiene de limpiar las cosas mal hechas. Es la manera de reivindicarse en política. Asumir un error grave y aprender la lección, sin duda, te prepara a fondo para asumir más adelante una nueva responsabilidad con más garantias. Pero para ello es preciso demostrar que se tiene el poder y se ejerce por encima de aquellos poderosos que informalmente mandan en profundidad, subterráneamente, más que el propio poder establecido, el que sale de las urnas, no el que deviene de los intereses económicos.

jueves, febrero 17, 2005

Los valores europeos

España vota el domingo en referéndum por Europa. Los partidos han defendido las tres opciones básicas, el Sí, el No o la abstención, a mi modo de entender, en clave errónea cuando sus argumentos a favor o en contra del nuevo tratado europeo se han ceñido a España, Catalunya...

No se trata de definir o votar por el futuro de España en Europa, porque no hay vuelta atrás en un proceso de integración que, en el caso español, lleva ya 19 años de experiencia. Se trata de votar por Europa y para Europa.

Con el nuevo tratado se afianzan los valores europeos por los que las sociedades occidentales han luchado años, muy particularmente la española. Se debe votar, pues, pensando más en los 25 estados de la Unión Europea que en el propio país de cada ciudadano.

En términos de solidaridad, incluso, aquellos estados que disponen de mayor experiencia en materia de democracia y libertades deberían estar más obligados, si cabe, para con aquellos paises del este europeo que acaban de ingresar en la UE y para los que la carta de derechos y deberes que sanciona el tratado es una garantía de futuro.

Los valores europeos son un espacio de democracia, de libertades y de respeto a los derechos humanos, que deben avanzar en otros nuevos como la seguridad y la justicia o la defensa para los ciudadanos europeos.

Esa es mi percepción del referéndum europeo, más allá de la letra del tratado que no deja de ser un farragoso compilatorio de todos los tratados existentes en la UE y firmados por cada uno de los estados miembros, que el nuevo tratado compendia y respeta.

Para dirimir la letra del tratado ya votamos, en elecciones europeas, a nuestro eurodiputados que en Bruselas o Estrasburgo deciden en materia de proyectos de ley o las propias directivas comunitarias que tanto obligan a cada estado miembro.

El Sí o el No del domingo debe ser a unos valores esenciales, al ser y sentirse europeo. Justificar un voto en clave nacional es un error de perspectiva: es no entender en qué proceso histórico se encuentra la vieja Europa en pos de su futuro.

Es no entender, en suma, que a España le ha ido bien estar en Europa, que nadie quiere irse de Europa y que son muchos los paises que quieren entrar. Es una cuestión de principios.