jueves, mayo 19, 2005

Atutxa, en la diana

Juan Maria Atutxa, que ha sido presidente del parlamento vasco en la anterior legislatura y consejero de Interior vasco largos años, sigue siendo el objetivo a batir, y ocupa el centro de la diana, del entramado radical abertzale.

La labor de Atutxa como consejero de la Ertzaintza no gustó nada a ETA. La persiguió y hostigó hasta donde pudo, hasta el punto de haber sido "condenado" por la banda terrorista. Cuando ETA marca a una persona, tarde o temprano, se cobra la pieza.

Hasta siete veces se ha acreditado que las fuerzas de seguridad frustraron atentados contra Atutxa. Uno de ellos, recuerdo, consistía en "colar" un coche con explosivos en la comitiva nupcial de un hijo del consejero... el día de la boda.

Los ertzainas han pagado, algunos con sus vidas, la guerra de ETA; otros han sido apaleados en el casco viejo de cualquier ciudad por los jóvenes de la "kale borroka".

Ahora, el grupo parlamentario de las "tierras vascas" (ex batasuna) lleva al terreno político el objetivo etarra y lo pone de manifiesto con el descaro de escribir la palabra PNV en las papeletas en las que, parlamentariamente, procede escribir el nombre del candidato al que se da apoyo.

Más claro agua: desde EHAK (Partido Comunista de las Tierras Vascas) se explicita que, entre un presidente del Parlamento socialista o uno nacionalista, se prefiere al del PNV pero nunca a Atutxa, al que "odian a muerte", cabría decir coloquialmente, como a los enemigos del alma de todo vecino.

La posición de socialistas y populares en el bloqueo al parlamento vasco es de otro orden: rechazan la continuidad de un presidente nacionalista a la luz de lo ocurrido en esa cámara en la anterior legislatura, en la que los bloques enfrentados no admitieron misericordia.

Pero su opción se expresa en términos políticos: dan apoyo a un candidato alternativo y, como la aritmética parlamentaria empata a 33 votos ambos bloques, la elección resulta bloqueada.

La opción de EHAK, en cambio, no tiene pase político: no respeta a una persona electa por sufragio universal (un diputado) ni que los partidos puedan proponerla. Por eso no vota en blanco, ni por Atutxa ni por Buen, sino que escribe PNV en una papeleta, que así queda convertida en voto nulo.

Cruel circunstancia la de Atutxa, procesado por no haber disuelto en la cámara vasca al grupo batasuno -disolución ordenada judicialmente en aplicación de la ley de partidos que convirtió en ilegal a Batasuna- precisamente para proteger el derecho de todo grupo parlamentario a serlo por mor del sufragio universal, en definitiva, por haber amparado a quienes ahora le excluyen.

Por eso, ni el PNV ni Atutxa deben ceder a la presión; no lo hicieron con los tribunales, tampoco deben hacerlo con los batasunos. En condiciones normales, un político renunciaría a un cargo al convertirse en obstáculo de un acuerdo, pero en Euskadi las condiciones todavía no son normales.

4 comentarios:

  1. Lo que le pasa a Atutxa es una aplicacion clara de la metafora del "Castor que perdio sus atributos", que Enric Juliana ha escrito en el Cuaderno de Madrid y que, en su linea, malinterpreta.

    Atutxa es un pardillo que puso sus atributos en manos de unos cabrones con pintas al defenderlos cuando eran indefendibles y ahora morira desangrado por ello.

    Con los chicos malos se puede pactar, pero si son unos locos dogmaticos convencidos de que sirven a un destino superior a sus vidas y las de los que les rodean, no, porque primero no se van a mover un pelo de su posicion, y segundo, no van a dudar un segundo en olvidar lo pactado en beneficio de ese destino superior.

    (Lo del castor lo que quiere decir es que la politica de apaciguamiento a la larga no funciona. No le sirvio al castor para seguir vivo igual que no le sirvio a Europa cuando le dio los Sudetes a Hitler, ni... El destino superior)

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  2. Creo que el problema es ese que Vd apunta en el título de su artículo, nadie bajo ningún concepto debería ser nunca el centro de ninguna diana, en Euskadi hay demasiadas personas que son vistas como dianas en lugar de como personas.


    Bartolomé C.

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  3. En toda la historia de la democracia en España no ha habido un presidente de parlamento más parcial que el sr. Atutxa. Creo que esto es un hecho objetivo y que el Sr. Atutxa ha retorcido el reglamento hasta límites increibles siempre en beneficio del PNV, hasta el punto de aprovechar un fallo técnico de una parlamentaria socialista, etc. Es normal que socialistas y populares no quieran saber nada de este señor. En cuanto a los abertzales ellos sí deberían estar agradecidos a este hombre que se jugó un procesamiento por ellos (aunque creo que en el fondo Atutxa sabía como todos que en España no hay webs-con perdón-de llegar hasta el final judicialmente con alguien del PNV). Pero aunque deberían estar agradecidos, como dice el refrán el ser agradecidos es cualidad de los bien nacidos, lo que no es el caso que nos ocupa.
    Lo que es verdaderamente curioso es la idea del PNV y de algunos comentaristas (su artículo es un ejemplo, Sr. Alegre) de que el PNV es el único partido del mundo que no debe pactar cuando no tiene mayoría absoluta.

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  4. Periko.

    Es absolutamente razonable lo que usted comenta, en lo que respecta al papel jugado por Atutxa como presidente del Parlamento vasco. Sólo tiene el apoyo de los suyos y se ha ganado a pulso el rechazo.

    En mi análisis no entro apenas en la salida del bloqueo: sólo posible con un pacto, sobre la base de ceder todos, sobretodo quien hasta ahora más ha tenido, el PNV.
    Es más, digo que Atutxa en condiciones normales debería haberse "autoretirado", por ser la cabeza visible del bloqueo.

    Tengo claro que el PNV debe pactar, no ya la presidencia del Parlamento, también la Mesa, las comisiones de la cámara, etc., hasta la presencia corporativa del gobierno vasco en los órganos donde participe (cajas, ferias, cámaras, etc.)

    Por eso distingo el rechazo de EHAK del rechazo del PSE. En realidad, ese es el único punto que analizo en mi comentario.

    Muy agradecido por el suyo.

    Txema

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