sábado, marzo 05, 2005

Maragall no se achica

En un mismo día el presidente de la Generalitat ha sido denunciado ante los tribunales por injurias y calumnias, querella presentada por CiU, y ha sido objeto de una moción de censura en el parlamento por parte del PPC, dos partidos de la oposición parlamentaria catalana. Nunca en la política catalana habían caído tantos chuzos de punta sobre la cabeza de la institución.

Maragall, el querellado, queda así a la altura de su antecesor, Jordi Pujol, que también fue objeto de una querella al inicio de su mandato. En su caso, promovida por el ministerio fiscal por la "extra atípica" actividad financiera de Banca Catalana, regida por Pujol en su afán de "hacer país" empeñado, siendo una entidad privada de crédito, en gestionar sus activos como si de un banco central se tratara: hacer país dando duros a cuatro pesetas más el intangible político y/o social de la inversión...

El resultado fue nítido: la querella fracasó, pese a la acerada instrucción de los fiscales Mena y Villarejo, Banca Catalana quebró y fue a parar al Banco Vizcaya tras su paso por la UVI del Fondo de Garantía de Depósitos, y Pujol sobrevivió.

Fue una querella política, promovida y alentada por algunos sectores del PSOE -destacaron al alimón Alfonso Guerra y Miguel Boyer- y fue entendida como un ataque político a Catalunya por parte de Pujol y sus huestes. Se perdió Banca Catalana, pero Pujol salió fortalecido. No pudieron con él.

Ahora el caso es distinto, pero la querella sigue siendo política porque la interpone el principal partido de la oposición y lo hace por una ligerísima afirmación del president Maragall, efectuada en el Parlament en tanto que presidente de Catalunya.

Es un claro ejemplo de judicialización de la política. Artur Mas, que no perdió las elecciones autonómicas catalanas pero fue incapaz de consensuar una coalición que le permitiera gobernar, ha vivido todo un año obsesionado con Maragall por haberle arrebatado la Presidencia de la Generalitat.

La irresponsabilidad de un presidente de Gobierno al denunciar al primer partido de la oposición atribuyéndole el cobro de un tres por ciento de la obra pública para financiarse, sin poderlo demostrar, ha traído las consecuencias que ya conocemos: convulsión política en el país, ha dado el finiquito con la práctica de una política florentina de formal respeto entre todos, ha roto los puentes de confianza entre líderes. Marcadas heridas como si se hubieran sido trazadas por un arado.

CiU ha exigido la rectificación de Maragall, las disculpas públicas y la petición de perdón para no presentar la querella, que incluye en su texto que si se produjera sería retirada de inmediato de los tribunales. Pero Maragall no se ha amilanado. Ha denunciado que no admite que el presidente de la Generalitat pueda actuar o expresarse amenazado por una querella, y ha aguantado el embite lejos de achicarse. Ha plantado cara a CiU, dispuesto a todo.

Como los ciudadanos quieren saber qué es eso del tres por ciento, y las erosiones entre los líderes no tienen marcha atrás, tenemos combate hasta las últimas consecuencias y al final veremos quién aguanta más, si Mas o Maragall.

2 comentarios:

  1. Empiezo a tener la impresión que los ciudadanos empezamos a querer saberlo todo, no solo sobre el tema del famoso tres por ciento, sino también, todo sobre el noventa y siete por ciento restante. Estamos asistiendo a un ajuste de cuentas personal entre los palmerales del oasis, la ola de frio que nos asola este mes de marzo se ha querido sumar al ambiente general, para demostrarnos de forma palpable que la vida idílica del oasis se acabó. Creo Sr. Alegre que este de ahora es el país real que tenemos y no el que se nos vendía anteriormente, ya sabe Vd que cuando se guardan los problemas sin resolver en los cajones, o se mueren o acaban podridos, hoy tenemos demasiados problemas podridos sobre la mesa.

    Bartolomé C.

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  2. Será dificil saber donde está ese tres por ciento del que todo el mundo habla, estos temas no dejan huella. Creo que fue Sísifo, personaje mitológico, que tenía un vecino que le robaba siempre parte de sus rebaños(posiblemente un tres por ciento), quien decidió grabar las pezuñas de sus animales y pudo probar así que Autólico su vecino era el ladrón que le robaba, la inscripción que puso Sísifo en las pezuñas de sus animales no podía ser más clara"Me ha robado Autólico". Autólico al ser descubierto por la estratagema de Sísifo le concedió la mano de su hija Anticlea y de esa unión nació Odiseus. Veo dificil usar el mismo sistema para descubrir este tres por ciento que nos incumbe hoy, tampoco veo posible peticiones de mano, ya ve Sr.Alegre que este tipo de problemas solo se resolvían bien en la mitología griega, por eso todos eran considerados heroes o dioses...

    Bartolomé C.

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