Fue el diario "Financial Times" quien propusiera, al cumplir Juan Pablo II sus 25 años de pontificado, que el Papa pasara a la historia con el título de "Grande" y el cardenal Angelo Sodano, al celebrar el primer oficio por Karol Wojtyla tras su fallecimiento, le llamó "Juan Pablo II El Grande".
Escribía Gerard Baker en el rotativo financiero en octubre de 2003: "En el siglo V, Leo salvó a Roma de los bárbaros y estableció la unidad de doctrina de la Iglesia. Un siglo más tarde, Gregorio evangelizó las enseñanzas de la Iglesia y confirmó la autoridad de Roma. Por su liderazgo y autoridad en estos tiempos de desafío, qué oportuno sería si Karol Wojtyla, el humilde sacerdote polaco, pudiera ser recordado como Juan Pablo el Grande" y citaba el autor la mofa de que era objeto su papado por ciertas elites liberales dominadoras del mundo.
Ha muerto un resistente, un hombre moldeado a golpes. Perdió a su madre a los 9 años, poco después a su hermano mayor y más tarde a su padre; de mozo resistió el nazismo ocupante de Polonia; se hizo sacerdote en la clandestinidad y siendo obispo se enfrentaba a sus superiores tanto como desafiaba al comunismo; como Papa, hasta resistió un grave atentado.
Fue un sacerdote combativo, tan crítico con el capitalismo feroz y rapaz como inflexible con las actitudes morales sobre el valor de la vida. Dijo 'No' a la guerra en Iraq tan alto y fuerte como 'No' al aborto o la contraconcepción.
Un sacerdote enamorado de los jóvenes, acaso por la juventud que le sustrajo tanta adversidad, empeñado en el ecumenismo de la fe y la comunión de tantas iglesias y religiones enfrentadas, que pidió perdón al mundo por los errores de la Iglesia en el pasado, y muy en particular al judaísmo, con tanta rotundidad como perdonó a quien atentara contra su vida.
Por su perfil y pontificado, fue un líder religioso excepcional que no dejó indiferentes ni entre los fieles ni los infieles y que luchó por la vida hasta el final. Por eso, porque era terco, tenaz, combativo y resistente, le llamarán "El Grande" y pasa a la historia como Papa de la paz y de los jóvenes.
Sin duda alguna pasara a la historia como El Grande. Gracias por su articulo.
ResponderEliminarPuede estar seguro que éste Pontificado no nos ha dejado indiferentes, es una gran pérdida, muy sentida socialmente.
ResponderEliminarBartolomé C.
Lo que más me convence de que pasará a la Historia como El Grande es su largo pontificado, su influencia en el desmoromamiento del bloque soviético, y sobretodo sus multiples viajes y sus capacidades de comunicación muy bien entrenadas estas últimas por su vocación de 'actor'. Creo que será muy dificil por no decir imposible encontrar en nuestros tiempos otro papa parecido, y que tenga la capacidad de aguante para tantos viajes y discursos, a no ser que elijan a uno de joven, pero muchos cardenales prefieren pontificados 'cortos' y el alargamiento actual de la vida humana crea otro problema de papas demasiado duraderos. Cambiar cada 10 años sería lo ideal, puesto que "los dogmas y doctrinas crecen y evolucionan" (frase de Wojtyla)y se requiere "poner el vino nuevo en botes nuevos" (frase del Evangelio). ¡¡¡VIVA, el queridisimo Karol !!!
ResponderEliminarLuces, pero tambien muchas sombras.
ResponderEliminarUn articulo del teólogo represaliado Hans Kung:
http://service.spiegel.de/cache/international/spiegel/0,1518,348471,00.html
La corriente "Somos Iglesia":
http://www.somosiglesia.net/
La gran mayoría de los méritos que se le atribuyen no son propios, sino de los tiempos que vivió: viajero en la era de los viajes, mediático en la era de los medios, ortodoxo en la era de las ortodoxias...
ResponderEliminarhttp://robertoval.blogspot.com